Un repaso nostálgico y fotográfico al noviazgo entre Teruel y el séptimo arte
En una edición de Teruel Punto Photo dedicada al cine, como la que se está celebrando en la capital durante todo el mes de agosto bajo el título genérico Secuencias, no podría faltar una exposición fotográfica relacionada con el ámbito cinematográfico turolense en dos de sus ámbitos más importantes; el del Festival Internacional de Cine que se celebró en la ciudad entre 1983 y 1996 y en el de los abundantes rodajes que han tenido lugar en la provincia
De ello habla Teruel y el Cine, la exposición que puede verse en la Sala de la Muralla-Torreón del Agua hasta el próximo 31 de agosto, en horario de 19 a 21 horas de lunes a viernes y de 11 a 13 horas sábados y domingos
En algo más de 60 fotografías la muestra da un repaso retrospectivo de lo que fue aquel festival, de quienes participaron en su organización y de las estrellas del cine español, algunas incipientes y otras ya suficientemente consagradas que atrajo a la capital, y también de algunos de los rodajes históricos que tuvieron lugar aquí.
Según Leo Tena, comisario de la novena edición de Teruel Punto Photo, "en el festival siempre tratamos de que al menos haya una exposición retrospectiva sobre el pasado de Teruel, y en esta ocasión nos pareció que lo más indicado era rendir homenaje al Festival de Cine y también a esos rodajes"
Los fotografías proceden fundamentalmente del archivo de DIARIO DE TERUEL y de la colección de Nacho Navarro, gerente de la Sala Maravillas. Las copias que pueden verse en la sala de exposiciones son copias escaneadas de originales en papel y retocadas para eliminar defectos y manchas que los años habían imprimido sobre ellas
En la primera planta de la Sala de la Muralla-Torreón del Agua pueden verse las fotos que homenajean al Festival de Cine. "Trata de reflejar el ambiente que se creaba en Teruel durante el evento, cómo trabajaban los organizadores y las personalidades importantes que llegó a atraer a Teruel", explica Leo Tena.
Y es que por Teruel durante las catorce ediciones que se celebraron pasaron primeros espadas de la pantalla española como Guillermo Montesinos, Chus Lampreave, Rossy de Palma, Luis García Berlanga, José Luis López Vázquez, Fernando Colomo, José Sacristán, José Luis Borau, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura o Antonio Ferrandis.
Y es que, como explica Elifio Feliz de Vargas en un gran artículo publicado en el último número de la revista turolense de cine Cabiria, en muy pocas ediciones un festival que comenzó como una alocada idea de una generación de turolenses amantes del cine amateur para exhibir sus creaciones, –entre ellos el autor del artículo menciona a Fermín Pérez, Luis de Esteban, Ángel Gonzalvo, Tomás Pérez, Félix Serna o los hermanos Feliz de Vargas fue cogiendo cada vez más importancia en el panorama nacional e internacional
La tercera edición del festival, en 1985, rompió la barrera provincial y atrajo 71 cortometrajes de una treintena de productores de Aragón y otras comunidades. De los cortos en Súper-8 se fue pasando a los 35 mm., el considerado cine profesional de la época en este festival se pasó Mayumea (1985), por ejemplo, de José Miguel Iranzo y Víctor Lope–, y en 1988 se incluyeron producciones realizadas en vídeo, que como explica Elifio Feliz de Vargas en Cabiria "empezaba a arrinconar a las producidas en Súper-8". Esto provocó, explica Feliz de Vargas, un aluvión de producciones de Canadá, India, Argentina, EE UU, México, Chile, Filipinas o Japón que se unieron a las que ya se recibían de España y Europa, superando aquel año el centenar de cortometrajes a concurso y justificando sobradamente el cambio de nomenclatura que se había producido ese año en la Semana Internacional del Cine de Teruel.
El propio Leo Tena recuerda que en la óptica de su padre, que fue uno de los primeros patrocinadores del festival, "se recibían cartas procedentes de todos los países del mundo, cuando no era ni mucho menos habitual recibir correspondencia de Japón o EE UU".
La Semana Internacional de Cine llegó a contar con su propio periódico, La Claqueta, que se editaba como separata en DIARIO DE TERUEL. Y además de personajes populares del cine español contó con rostros que después se harían muy conocidos, como el del director Juanma Bajo Ulloa, que ganó su primer premio en Teruel gracias a su corto Cien aviones de papel, mucho antes de hacerse conocido por películas como Airbag o La madre muerta, según explica Feliz de Vargas
En 1992 el festival pasó a llamarse Animateruel, orientándose al cine de animación y el incipiente mundo de la infografía en el cine. Sin embargo la apuesta no llegó a cuajar y murió en 1996. Como concluye Elifio Feliz de Vargas en su artículo publicado en Cabiria, "El Certamen que trató de mantener la actividad cultural y llenar las salas de cine durante el frío invierno turolense, pasó a ser una ilusión endeble y quebradiza como el viejo celuloide del Súper-8. Una ánima de Teruel en nuestro recuerdo"
Rodajes en Teruel
La segunda planta de la Sala de la Muralla-Torreón del Agua está dedicada a los rodajes realizados en Teruel. Han sido muchas películas y, de entre la bibliografía que existe sobre ellas, destaca el artículo que publicó el profesor Juan Villalba en el número 6 de la revista Cabiria, correspondiente a 2009.
Sin embargo las fotografías de la exposición se centran en tres de las películas más destacadas, ambientadas todas ellas en el contexto de la guerra civil; Tierra y Libertad, rodada por Ken Loach en 1995 en Mirambel y en el patio del Hogar Comandante Aguado, que se convirtió en un cuartel de instrucción republicano; Libertarias (Vicente Aranda, 1996), en las que sus protagonistas Loles León, Victoria Abril, Ana Belén, Ariadna Gil, Laura Maña, Blanca Apilández o Miguel Bosé, entre otros, rodaron en Calaceite, Valjunquera, La Fresneda, Albalate o Alcañiz; y En brazos de la mujer madura (Manuel Lombardero, 1997), en la que, como explica Juan Villalba en su artículo, la historia que el novelista húngaro Stephen Vizinczey ambientó en su país durante la segunda guerra mundial, fue traslada a la España de la guerra y de la posguerra. Como anécdota, Villalba explica que el entonces obispo de Teruel y Albarracín se negó a dar permiso para rodar en la ermita de La Iglesuela del Cid por considerar inmoral la película, ya que contaba la tórrida relación de un ex miliciano anarquista, interpretado por Juan Diego Botto, con mujeres siempre mucho mayores que él.
En la exposición Teruel y el cine pueden verse escenas tras las cámaras, con los actores y los directores estudiando las tomas y también con extras turolenses que tomaron parte en las mismas.
Gran valor documental
Evidentemente, el valor de las fotografías que pueden verse en Teruel y el cine no es tanto estético, artístico o técnico, sino sobre todo histórico y documental. "Queríamos rendir homenaje a lo que se hizo y a quien lo hizo, con imágenes que reflejaran de algún modo el trabajo que se llevó a cabo y cómo respondía la ciudad", según Leo Tena
Tanto es así que una de las fotografías preferidas del propio Leo Tena es una "que está algo desenfocada, pero que históricamente tiene mucho valor". Se trata de una persona en zancos, repartiendo por las calles de Teruel folletos de propaganda del Festival de Cine de Teruel. "Un precedente de lo que hoy es Facebook y las redes sociales", bromea el turolense.
Otras de las imagenes más valiosas para Tena son las que muestran el Ayuntamiento, el Hotel Reina Cristina y otros edificios engalanados con carteles y con figuras de Marilyn Monroe, James Dean o Chaplin durante el Festival, "y otra de Jesús Puerto a los mandos de una mesa de sonido, en la que se ven a dos personas de la organización al fondo", destaca.
Autor:Miguel Ángel Artigas Gracia Teruel