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Yolanda Rallo: “Hay mujeres a las que les cuesta ver su trabajo en casa como un auténtico trabajo” Yolanda Rallo: “Hay mujeres a las que les cuesta ver su trabajo en casa como un auténtico trabajo”
Yolanda Rallo

Yolanda Rallo: “Hay mujeres a las que les cuesta ver su trabajo en casa como un auténtico trabajo”

Con motivo del Mes de la Mujer que se está celebrando desde la Comarca del Bajo Aragón, la agente de Empleo y Desarrollo Local Yolanda Rallo impartirá en diversas localidades bajoaragonesas la charla Nunca es tarde. Empiezo con pequeños cambios, sobre igualdad y autoestima femenina. Según Rallo, la educación en igualdad tiene que abordarse desde la autocrítica y la autoestima de la mujer, y puede –y debe– hacerse en positivo. Tras visitar Aguaviva, el 21 de marzo dará la charla en Torrecilla y Valdealgorfa, el 23 en Alcorisa (fecha por confirmar), el 28 en Castelserás y el 30 de marzo en Mas de las Matas y Calanda.

- ¿En qué consiste la charla que titula Nunca es tarde. Empiezo con pequeños cambios?

- Con ella quiero salirme un poco de la típica charla sobre igualdad de género. Romper una serie de mitos sobre el machismo que se aplican tanto a hombres como a mujeres, e incidir en que no todo es blanco o negro y en que podemos abordar este tema en positivo, y sobre todo insistir en que nosotras mismas, las mujeres, tenemos que hacer autocrítica porque en muchos casos, sobre todo en el ámbito rural, somos nosotras mismas las que tiramos piedras contra nuestro propio tejado.

- ¿En qué sentido?

- El mundo rural tiene un perfil patriarcal muy marcado todavía, que está vigente entre las propias mujeres. Todavía hay muchas que no se atreven a entrar solas al bar porque está mal visto, pero después son ellas mismas las que critican a la que lo hace.

- En sus charlas también habla sobre la autoestima de la mujer... ¿a qué se refiere exactamente?

- Ese es otro aspecto de la autocrítica que debemos hacer. En ocasiones no es que sea el hombre quien desprecie el trabajo de la mujer, sino que es ella misma quien lo hace. Muchas no consideran un auténtico trabajo llevar la casa y criar a los hijos, cuando desde luego lo es. Y?hay mujeres que trabajan en las labores agrícolas junto al hombre y no se valoran a ellas mismas porque dicen que simplemente apoyan. La realidad es que muchas de estas mujeres trabajan igual que su propio marido en determinadas tareas del campo, y después en casa ellas mismas dan por hecho que tienen que tener preparada la comida, hacer la cena y atender a los niños.

- ¿Esos roles siguen perpetuándose a través de la educación?

- En muchos casos sí. Las madres tratan de que sus hijos e hijas sean independientes, de que no dependan de nadie, y yo les explico que lo que quieren para ellos también deben quererlo para ellas mismas. Yo misma vengo de una familia convencional, con mi madre ama de casa y mi padre trabajador. Pero nunca percibí machismo, mi padre llegaba de trabajar y se ponía a hacer cosas de la casa... siempre me decía que si mi marido me pedía que dejara el trabajo, dejara el marido.

- Entre la gente mayor será más complicado promover ese cambio de mentalidad...

- Las mujeres mayores también cambian, pero poco a poco. Aceptan el cambio en las generaciones futuras, pero son reticentes a aplicárselo a ellas mismas.

- ¿Y los hombres??¿Los percibe dispuestos al cambio?

- Si un señor mayor ha vivido siempre en este rol, la igualdad significa ceder privilegios, y eso cuesta. Nos guste o no, hay que entender que cuesta renunciar a esos privilegios. Así que hay que ser progresivo. Después de toda una vida sin hacer nada en la casa, no podemos pretender que de la noche a la mañana las tareas se repartan al 50%.

- ¿Cree que hay mujeres que temen una reacción violenta de sus maridos si les proponen cambios en la organización?

- En general no. Estoy convencida de que el principal obstáculo es que les cuesta ver su propio trabajo en casa como un auténtico trabajo. Muchas piensan que solo las mujeres que trabajan fuera de casa merecen ayuda.

- ¿Cree que algún día llegará la equiparación total en el ámbito de las tareas domésticas y laborales?

- Costará pero llegará. Yo siempre les digo que nuestra revolución tiene que ser desde abajo, que debemos cambiar nuestra forma de actuar para que cambien las leyes, y no esperar a que sea la ley la que cambie primero. En este sentido hay que dar ejemplo, sobre todo las mujeres relevantes. Pero muchas mujeres cuando llegan a lo más alto adoptan un rol masculino, y eso es nefasto. Todos conocemos el caso de una vicepresidenta de nuestro gobierno que renunció a la baja de maternidad, o a muchas mujeres que incluso renuncian a esa maternidad por llegar lejos. Ese mensaje de que para que la mujer triunfe tiene que actuar como un hombre es el peor que se puede dar.