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Juanjo Francisco

E ste agosto registra una atípica actividad política, consecuencia de los resultados de las dos convocatorias electorales que se han vivido a sus puertas. No apetece nada hablar de la cosa pública en estos días, la verdad, pero no queda otra porque la ola de la actualidad sigue en trayectoria ascendente. Tras la constitución del nuevo Ejecutivo aragonés, que ya dará su juego, hay que acordarse de la nueva corporación municipal de Teruel. El PP, que ha conseguido por segunda vez en la historia democrática reciente un gobierno monocolor gracias a la mayoría absoluta el 28M, tiene ante sí un reto apasionante.

Los 11 concejales que ha recolectado Emma Buj para esta andadura avalan su gestión anterior que, marcada por una pandemia inédita, no ha resultado fácil. Supo la alcaldesa mantener una tensión política en un punto de cocción lo suficientemente apto para no quemar el guiso ni tampoco dejarlo crudo. Navegó Buj entre tamparantanes de la DGA y de la oposición que nunca la desestabilizaron y, si hubo algún riesgo en este sentido, siempre estuvo ahí Cs para atenuarlo. Para cuando ocurrió el derrumbe de San Francisco, que sí hubiera sido una prueba de fuego, las urnas ya había dictado sentencia. Con este problema como principal asignatura a aprobar por el nuevo equipo de gobierno, plagado de gente supuestamente preparada y con disponibilidad de tiempo para pensar en una ciudad mejor, espero que sin prisa pero sin pausa, los turolenses sean testigos de los sucesivos avances que va a experimentar Teruel. Por gente dedicada a la labor no va a ser. Un exalcalde turolense que rozó un segundo mandato tras gobernar cuatro años a finales de los ochenta, lamentaba recientemente la soledad en la que desempeñaba sus responsabilidad - tener que descolgar el teléfono de la centralita era un tema menor- y comparaba su época con la de ahora, donde la potencia de recursos humanos, presupuestarios y de convergencia de intereses con DGA apunta a muchos éxitos.

Atisba el PP el riesgo que conlleva tener mucho que perder y poco que ganar, visto lo visto el 28M.