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Conejos, pájaros, una chinchilla y hasta un jabalí honran a su patrón

Una niña acudió con una ninfa a la ermita de San Antón

Teruel volvió ayer a cumplir con San Antonio Abad y cientos de amantes de los animales se acercaron con sus mascotas a la ermita de San Antón, en el barrio de San Julián, para que fueran bendecidos por el obispo, Carlos Escribano, tras la procesión.

Teruel volvió ayer a cumplir con San Antonio Abad y cientos de amantes de los animales se acercaron con sus mascotas a la ermita de San Antón, en el barrio de San Julián, para que fueran bendecidos por el obispo, Carlos Escribano, tras la procesión. Aunque la mayoría de los animales de compañía son perros y gatos, cada vez más se llevan también otras especies como un conejo enano, una chinchilla o pájaros tropicales como el agaporni, tapado con una mantita para evitar el frío.

Un grupo de unos siete caballos y hasta dos vacas domesticadas cerraron la procesión hasta la ermita, pero quien ayer causó sensación fue un pequeño jabalí de poco más de un mes que llegó con una correa, llevada por unos niños.

Se trata de Carrasquín, que de momento está viviendo con una familia turolense. "Nos lo encontramos un día que íbamos a cazar perdices, la madre con su camada salió corriendo pero este se quedo rezagado", explicó Enrique Cebollero. "Lo cogimos porque allí solo se iba a morir, lo tenemos en casa y los hemos alimentado primero con biberones y ahora ya come de todo, dulce y salado, pero lo que más le gusta son las galletas mojadas con leche", explicó.

En un principio, pensó en echarlo al monte cuando acabe la campaña de caza en marzo pero al final lo llevarán a una granja escuela para que se quede allí con otros animales de su especie y otros niños puedan jugar con ellos como ahora hacen sus hijos.

En vez de un jabalí, otros niños tienen en su casa pequeños animales exóticos como una chinchilla. Chinchi se llama y comparte juegos con el perro Bigotes. "A Chinchi lo tenemos desde abril y a la calle solo sale en verano pero hoy lo hemos querido traer aquí", contaron sus propietarios, que como curiosidad explicaron que estos pequeños roedores de zonas más calidas "se bañan en una caja de arena".

De un tamaño similar a Chinchi es Pelusa, un concejo enano, que acudió con Nerea, una niña que junto a sus padres lo han elegido como mascota. "Tiene tres meses", contaron y desde que tenía uno vive con ellos. "Tenemos una jaula pero también lo saltamos en casa para que juegue con nosotros", explicaron.

Los caballos no faltaron un año más a esta tradición. Sergio fue con su caballo Bandolero, que tiene 13 años. "Vamos con cuidado porque lo peor es que nos podamos resbalar con el asfalto", contó su dueño.

Entre los perros, algunos de ellos procedían de las protectoras de animales, como Venus, que acudió con su actual propietaria, Mary Carmen. "Se porta fenomenal, estos animales dan mucho amor", contó y recordó cómo apareció en la protectora, hace ya unos años. "Estaba abandonada en una carretera". Ahora está muy bien cuidada como el resto de animales que ayer acudieron a San Antón para cumplir un año más con su patrón.

Autor:P. Fuertes Teruel