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El cuidador El cuidador

El cuidador

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Elena Gómez

Vivimos en un mundo avanzado desde el punto de vista social y somos afortunados por ello. Sin embargo, cuando vives desde dentro una gran dependencia o discapacidad, a pesar de las ayudas y avances existentes, tienes siempre una terrible sensación de desamparo.
El Estado suele ser ajeno e ignorante de nuestra realidad. Fuimos los primeros en reclamar que nadie hablara de nosotros si nosotros, proclama que hoy en día enarbolan otros movimientos como el feminismo o el de la España vaciada. Todos tenemos razones para ello. Nadie más que uno mismo sabe las propias necesidades y dónde deberían incidir las políticas encaminadas a conseguir la igualdad real entre todos los ciudadanos.
La última incongruencia con la que me he encontrado está relacionada con la vacunación contra la covid-19. La Administración ha decidido que los grandes dependientes solo tenemos un cuidador, al que han vacunado como a nosotros, por ser personas vulnerables y de alto riesgo. Si todos los estudios, investigaciones e informes que se hacen de cara a conocer las circunstancias que sobrevienen cuando hay un gran dependiente en un hogar, han determinado que podemos ser atendidos solo por una persona, se están dilapidando los recursos públicos destinados a ello. No conozco a nadie que no tenga al menos dos cuidadores, ya que las atenciones que necesitamos suelen conllevar un gran esfuerzo físico y psicológico.
Imaginen que se hubiera decidido vacunar solo a los sanitarios que hacen el turno de día en residencias y hospitales, porque  son los que más contacto tienen con los pacientes. Suena ilógico, ¿no? Nuestros cuidadores trabajan fuera de casa, salen a comprar y a realizar las gestiones que nosotros, por protección, no podemos hacer. Por lo tanto, están expuestos a un contagio cuyas consecuencias serían terribles. Por un lado pueden contagiarnos a pesar de estar ya vacunados, y por el otro pueden enfermar ellos y dejarnos en una situación de abandono muy difícil de resolver.
Soy consciente de la escasez de vacunas y las difíciles decisiones que se tienen que tomar para conseguir la inmunidad deseada. Pero a veces siento que las estrategias se establecen con razonamientos muy alejados de la realidad.