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Estos lodos Estos lodos

Estos lodos

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Elena Gómez

Una de mis grandes aficiones es la historia. Descubrir que lo que hoy ocurre en el mundo muchas veces es a causa de hechos pasados, me reconcilia con el tiempo en que vivimos, a pesar de parecer más loco que nunca.

Seguimos siendo como una hoja zarandeada por el viento, estamos a merced de decisiones que nunca estarán a nuestro alcance. Sin embargo, cuando me adentro en el pasado, veo todo desde otra perspectiva, encontrando algunas de las claves que pueden desentrañar esta debacle que nos rodea.

No me considero una experta, ni siquiera me considero demasiado culta, así que no seré yo quien utilice este medio para dar clases a nadie. Para eso están los verdaderos expertos que son capaces de explicar, con argumentos, que la actitud de muchos activistas durante los últimos días es absurda e incomprensible.

La situación actual es uno de los momentos más pacíficos y cómodos que ha vivido la raza humana. Por eso, hemos evolucionado en positivo hacia el respeto y la validación de los derechos de las personas. Es necesario mantener la reivindicación contra el racismo, la homofobia, el machismo, etc. Este es nuestro presente y lo debemos defender.

Pero esa corriente que pretende borrar toda “deshonra” de nuestro pasado se equivoca desde la base de sus fundamentos. Su conducta es lo que los historiadores llaman “presentismo”, ya que se pretende juzgar los hechos ocurridos en otras épocas históricas desde el punto de vista del siglo XXI. No se tienen en consideración las luchas de nuestros antepasados por conseguir el estatus en el que ahora nos encontramos, ni la mentalidad de aquellas personas que vivieron en un mundo mucho más agresivo y peligroso.

Mirar hacia detrás es aprender de nuestros errores. Para ser capaces de valorar las injusticias del presente, debemos enfrentarnos a la historia sin eludirla, de tal forma que podamos actuar y opinar con criterios propios.

Es difícil no dejarse llevar por los tiempos que corren, de sobreinformación y desinformación a golpe de tecla, en los que es más cómodo creerse a pies juntillas un tuit que investigar con nuestros propios medios. Pero recuerden, no hay refrán más sabio que aquel que dice: “De aquellos barros, estos lodos”.