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Retroactividad Retroactividad

Retroactividad

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Elena Gómez

El artículo 9.3 de la Constitución española garantiza la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales. Es decir, prohíbe la aplicación de las normas a situaciones o hechos acontecidos antes de su entrada en vigor, si las mismas perjudican a los ciudadanos más que las anteriores.

Y en esas estamos... en una semana en la que todo deberían ser celebraciones y reivindicaciones feministas por unos avances ya aceptados por nuestra sociedad (aunque queden cosas por pulir), nos hallamos divididas y estupefactas. El desastre ocasionado por un ministerio que pone más el acento en la ideología que en las consecuencias jurídicas de sus actos, va a ser enmendado con una alianza políticamente antinatural y sin contar con la artífice del desaguisado.

Pero no nos llevemos a engaño: lo hecho, hecho está. La famosa ley del sí es sí se ha aplicado de forma retroactiva por los jueces porque es más favorable con los condenados que la anterior. Sin embargo, si ahora se endurecen las penas de nuevo, estas no se podrán imponer a los beneficiados por este caos porque restringirán en mayor medida sus derechos individuales. Además, las agresiones que se hayan producido mientras esta ley ha estado en vigor, serán enjuiciadas con esta y no con la rectificación.

Una vez más, el desconocimiento del ordenamiento jurídico por parte de aquellos que nos gobiernan y su ninguneo a los funcionarios que tienen una formación adecuada, nos han llevado a una situación terrible. Da igual la ideología de los que decidieron cambiar los supuestos de los delitos sexuales, aquí lo importante es que las víctimas están hoy más desprotegidas que hace un año.

Y esto no es una cuestión de machismo sino de soberbia de unas personas con muy poco recorrido personal y profesional, que piensan que todo se puede resolver con proclamas de lo que debería ser, sin entender que todos estamos atrapados en un laberinto de leyes y normas que hay que respetar si queremos seguir manteniendo el orden social y la democracia.