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Elena Gómez

Septiembre vuelve a poner a todos en su sitio, incluidos gestores administrativos y políticos. Por ello, es el momento de seguir dando toques de atención en aquellos asuntos que no tienen ningún sentido.

Hace unos años, estaba paseando por la avenida Sagunto de Teruel y, al llegar al cruce de la calle Tenor Marín descubrí un rebaje fuera de su paso de cebra y que terminaba en un muro, siendo impracticable para una silla de ruedas. La situación me pareció tan surrealista que envié una foto a este periódico para que se publicara en la sección de denuncia ciudadana.

El Ayuntamiento hizo caso omiso, algo lógico porque la denuncia no fue oficial, pero los miembros de la oposición se hicieron eco del problema y emitieron un comunicado donde se rasgaban las vestiduras por este tipo de gestión urbanística. Desconozco si hicieron algo más, como presentar alguna propuesta o moción a nivel institucional. Quiero pensar que así fue.

No recuerdo con exactitud la fecha de este incidente, pero han pasado más de tres años. Durante este tiempo, se ha seguido urbanizando la zona y el tráfico peatonal ha aumentado por el incremento de vecinos y de locales comerciales. Hace unos días, me encontré con que la solución ha sido mover el paso de cebra, con lo que ahora el rebaje sí coincide con su finalidad pero el mismo sigue acabando contra el muro. Estoy convencida de que llegará el día en que se arregle, seguramente cuando alguna persona con movilidad reducida tenga un accidente y ponga una denuncia por responsabilidad civil.

Lugares inverosímiles y soluciones absurdas existen por toda la ciudad. En la calle Jaca, los rebajes están en una inclinación lateral muy peligrosa y, en la carretera Castralvo, algunos pasos de cebra se hallan entre escalones imposibles. Y estos son solo ejemplos de sitios por los que suelo transitar, es probable que la lista sea más larga e inadmisible. De un tiempo a esta parte, o la Administración se ha quedado sorda o los interesados gritamos muy poco para exigir nuestros derechos. Algo tendremos que cambiar.