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Urbirural

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Elena Gómez

Hace unos días Víctor Guiu hablaba de los de mantenimiento y me sentí muy identificada. No, no vivo en el pueblo todo el año, pero tampoco llevo la agenda de un veraneante. Suelo decir que soy "urbirural" porque soy de pueblo a media jornada, así que convivo durante un breve tiempo con los que mantienen el pequeño municipio de Villel entre septiembre y julio.

Vivir entre dos mundos es complicado y apasionante a la vez. No tengo la visión distorsionada que tienen los visitantes de la realidad rural, pero tengo que reconocer que cada otoño estoy deseando que regrese el frío para volver a las rutinas de la capital, que dicho sea de paso, es como un pueblo grande y eso facilita el reajuste. Por eso los que se quedan merecen toda mi admiración y todo mi respeto. El invierno es largo y la soledad grande, lo sé porque hubo uno en que no me moví de allí.

Como dice Víctor, durante ese intervalo que algunos creen que no existe, los habitantes de los pueblos viven, aman y trabajan ahí, y consiguen con sus rutinas que todo esté más o menos igual al verano siguiente. Y no es fácil. Las pocas tiendas que hay, abren menos horas. El bar solo sirve a los parroquianos más madrugadores. Y los de las furgonetas apenas pasan con su fruta por las calles.

Sin embargo, el optimismo no decae, hay mucha vida detrás de la modorra que producen las calles vacías. Los pocos críos que van a la escuela rural hacen algo de ruido. Las amas de casa hacen zumba y gimnasia de mantenimiento. Los de la comisión de fiestas calientan motores. Algún festejo con hogueras cae de vez en cuando. Y el Ayuntamiento hace lo posible por engalanar las vías públicas por Navidad. Y todo con un heroico espíritu de convivencia y pertenencia más loable que la pretendida "paz del campo".

Así que aquí va mi pequeño homenaje a mis vecinos de medio año, que aguantan estoicos una existencia digna de una novela costumbrista victoriana, que están donde quieren y lo disfrutan de la mejor manera posible. Porque les faltan muchas cosas esenciales, pero tienen otras muy valiosas.