Síguenos
Nueva alegría Nueva alegría
banner click 244 banner 244
Camino Ibarz

Cuando comenzamos a usar y escuchar la frase de “la nueva normalidad” para referirnos al momento en que parecía haberse superado la pandemia y que todo volvía a su sitio, me molestaba un poco, me generaba incomodidad porque nada, ni nadie, podía, podíamos ser iguales a como éramos antes de la pandemia y el concepto de normalidad, necesitaba una revisión.

Tras haber estado privados de libertad de movimientos, haber perdido seres queridos, perdido salud, sentido miedo, mucho miedo en algunos casos, haber perdido el trabajo, restó normalidad para siempre a cada nuevo día que vivimos. ¿Os habéis dado cuenta de cómo hemos cambiado? Parad un momento a revisar qué cosas de las que se introdujeron obligatoriamente en nuestra vida seguimos haciendo, revisad cómo os afectan las contestaciones que os dan, las circunstancias que se os presentan.

Los estados de ánimo, las reacciones, no serían como son ahora de no haber pasado por esa experiencia. El otro día vi a una persona abrir una puerta con un pañuelo de papel que tiró seguidamente a la papelera y pensé si alguna vez se le pasará. Me dolió por ella y por quien hoy sigue sintiendo miedo. Pero también he visto muchas sonrisas durante las fiestas a las que he asistido, he bailado junto a la mismísima alegría hecha carne mortal. He sentido que necesitábamos sentir felicidad y expresar afectos.

La música en directo como perfecta aliada ha servido en ocasiones de catalizador y cuando no había música en directo, las carcajadas desde las tripas han sido la banda sonora de mis celebraciones. Han sido horas maravillosas en las fiestas, festivales, conciertos y cenas con amigos a las que he asistido, con un denominador común en todas ellas, la necesidad de vivir, de sentir alegría. Sonrisas amplias en las caras, brillo en los ojos, brazos abiertos y energía vital, más que nunca y más conscientes que nunca. Es para mí el mejor de los cambios que se han obrado tras lo sucedido. Somos más conscientes de que sólo tenemos una vida y que hay que inundarla de nueva alegría.