Síguenos
A Teruel siempre se vuelve A Teruel siempre se vuelve

A Teruel siempre se vuelve

banner click 236 banner 236
Jota R. Vicente

Teruel ha vuelto a latir con fuerza esta Semana Santa. Sus calles, sus plazas y sus pueblos se han llenado de gente, de pasos, de aliento, de redobles... y también de conversaciones en terrazas, de aromas saliendo de cocinas encendidas desde el alba y de brindis compartidos entre quienes la descubren como visitantes y quienes enseñamos esta tierra que enamora.

La hostelería turolense ha vivido días de auténtico respiro. Tras años de esfuerzo y alguna incertidumbre, el lleno en restaurantes, bares y alojamientos no solo deja cifras muy positivas, deja ilusión y, sobre todo, deja la satisfacción de ver que el trabajo bien hecho y la confianza de poner en valor todo lo bueno que tenemos tiene su recompensa. Cientos de profesionales de este sector -y más que hubiera y que necesitamos-, han visto el brillo de gratitud por su compromiso con un territorio que cada vez tiene más que decir.

Quienes visitan Teruel estos días, no solo vienen por las procesiones o el sonido sagrado del tambor y del bombo, vienen por una experiencia única que combina sensaciones culinarias, culturales y patrimoniales. Por ese ternasco que se deshace en la boca, por la trufa que perfuma los platos aliñados con el mejor aceite, por los quesos que saben a sierra y a pueblo y por los caldos que mejor maridan. Vienen a sumergirse en escenarios artísticos y naturales únicos de evasión, vienen por la cercanía de quienes los reciben con los brazos abiertos, sinceros, sin prisa, y con la seguridad de que quien viene siempre vuelve.

Este puente, y ya desde el fin de semana pasado, se ha vuelto a evidenciar que el turismo no es solo una visita: es un abrazo. Es una oportunidad de futuro para una provincia que se aferra a su identidad, que apuesta por el detalle de la hospitalidad, por el trato humano, por hacer bien las cosas. Porque cada plato servido, cada cama preparada, cada sonrisa ofrecida, es también una forma de construir comunidad y edificar territorio. Y así, entre el sabor de nuestro aroma y el silencio tras el redoble, Teruel sigue avanzando. Porque cuando se llena Teruel, también se llena la esperanza.