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Agotado Agotado
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Un conocido político turolense me ha colgado el teléfono después de llamarme de todo, menos bonito, por haber publicado una información.

Una señora octogenaria me ha mandado una carta, escrita de su puño y letra, dando las gracias a los que trabajamos en el periódico porque así está conectada con la realidad de Teruel.

Una madre indignada se ha presentado en mi despacho para echarme en cara que hayamos publicado las iniciales de su hijo, que fue detenido por conducir borracho como una cuba.

Un señor me ha enviado un libro y en la dirección ha puesto Borderías, en lugar de Juderías.

Varios compañeros me han rogado, en decenas de miles de ocasiones, que me compre una agenda, porque no        confían en mi memoria privilegiada.

Un empresario de aquí me ha exigido que publiquemos una foto de su empresa, y a color, porque ha pintado la fachada.

Un excompañero de colegio me ha parado por la calle para preguntarme qué tiempo hace en Ulán Bator.

Otro señor cabreado ha llamado al periódico pidiendo que le pasen con “esa tal Charo López”.

Un amigo de un amigo me ha contado que en el bar un hombre dijo que cuando el Madrid gana un título yo me niego a sacarlo en la portada.

Un columnista me ha dicho que cada día estoy más delgado.

Unos niños se me han quejado porque hacemos un periódico “muy grande” y se cansan de leer tantas páginas.

Una política me ha reprochado, en varias ocasiones, que siempre elegimos la foto en la que sale más fea.

Un chaval ha venido a renovar la suscripción de su padre, que se ha muerto hace poco, porque dice que en su casa siempre ha estado el Lucha y no quiere que se pierda la tradición.

En un grupo de guasap me han dicho que somos muy negativos en las informaciones y que ya vale de hablar de las cosas malas que tiene Teruel y que hablemos más de las buenas. Y en otro me han dicho lo contrario.

Esta profesión es apasionante. Aunque a veces es agotadora. ¡Feliz año a todos!