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Promesas

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Toni Fernández

Estamos en tiempo electoral, tenemos por delante tres meses intensos, donde algunos se afanarán por acabar obras que parece que no terminan nunca (aprovecho para nombrar ese trozo de parking y acera de la estación de tren que se derrumbó hace meses y que parece que nadie se acuerda que hay que reparar),  hacerse fotos en algunas de ellas como si fueran trofeos de caza, y acordarse de lo buenos que somos y que bien hacemos las cosas. 

La convocatoria de elecciones de Pedro Sánchez parece que ha pillado por sorpresa a mucha gente, resulta que ya no debe haber problemas en Venezuela (hemos pasado de tenerla hasta en la sopa a ni acordarnos de ella), todos deben colocarse en una buena posición para llegar a las elecciones. Ya teníamos programadas  las elecciones municipales y autonómicas , y también las europeas, esas que muchos saben que están, pero no muy bien para qué sirven y qué se elige, y sobre todo qué se hace en ese parlamento europeo. Ahora con las elecciones generales un mes antes, ya tenemos dos tazas, por si no queríamos arroz. Lo bueno es que pasaremos de un trago toda esta vorágine. El director de este diario, pensaba que era un buen momento para que Teruel se pudiera reivindicar y de una vez se le oyera, que se le tuviera en cuenta. Para ello hay convocada una manifestación junto con nuestros compañeros sorianos en Madrid. No sé si se llegará a cortar Castellana o Gran Vía, emulando a los taxistas, para que nos hagan más caso, pero seguro que nuestras protestas serán oídas, es lo que implica estar en campaña.  Pero quiero ir un paso más allá, en política, no sólo vale oír y asentir, cosa que se le da muy bien a algunos por cierto, sino que todas esas promesas que se hacen, sobre todo ahora tan cerca de acudir a las urnas, deben cumplirse, porque parece que siempre nos dejan conformes con ese lo tendré en cuenta, o las palabras haremos esto o lo otro, pero luego resulta que siempre hay excusas para no hacerlo o decir que por ahora es imposible y que se estudiará en el futuro, y en todo caso siempre se le pueden echar la culpa a los presupuestos. Por eso sería justo ya por fin que aprovechando que estamos en esta época, además de que nos prometan tengamos hechos cumplidos y veamos por fin resultados reales, que de promesas incumplidas ya sabemos un rato por estas tierras.