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Marcial Ramírez, catedrático de instituto de Lengua y Literatura: “No hay que convertir a Goya en un mito de lo que no es porque tenía sus dudas” Marcial Ramírez, catedrático de instituto de Lengua y Literatura: “No hay que convertir a Goya en un mito de lo que no es porque tenía sus dudas”
Marcial Ramírez el pasado miércoles en el Casino de Teruel, donde impartió una conferencia sobre Goya

Marcial Ramírez, catedrático de instituto de Lengua y Literatura: “No hay que convertir a Goya en un mito de lo que no es porque tenía sus dudas”

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El catedrático de instituto de Lengua y Literatura Marcial Ramírez impartió el pasado miércoles una charla en el Casino de Teruel sobre Goya y Burdeos, localidad francesa donde también ha impartido clases en el Instituto Cervantes.

- ¿De dónde nace su interés por la etapa final de Goya en Burdeos?

- Cuando un funcionario español llega a Burdeos lo primero que encuentra es la presencia de Goya en el Instituto Cervantes, que está situado en el edificio donde murió. Ahora pertenece al Ministerio de Asuntos Exteriores y al entrar, las huellas de Goya son permanentes. Además, el primer año en Burdeos estaba en una chocolatería muy famosa y el camarero nos dijo que era chocolate a la antigua, a la española, como en la época de Goya, y eso me gustó mucho. A partir de ese momento empecé a investigar y a estudiar sobre él.

- Entiendo que con anterioridad Goya ya le interesaba.

- Por supuesto, pero el interés por su vida en Burdeos surge de mi estancia en la ciudad. Es muy fácil además seguir sus pasos por allí porque ha cambiado muy poco desde entonces. Sufrió un proceso de remodelación a finales del XVIII y principios del XIX, y esa ciudad ha permanecido prácticamente igual desde entonces, así que enseguida se encuentran los restos y las huellas.

- ¿Cómo es ese Goya que llega a Burdeos ya en la última etapa de su vida?

- Hay una creencia acerca de que Goya llega a Burdeos como exiliado, lo cual no es cierto. Él sale de España en una época conflictiva tras el regreso del absolutismo y llega huyendo quizás emocionalmente de una situación que no le gusta, pero realmente había pedido permiso al rey. Su excusa es que estaba enfermo e iba a tomar las aguas al norte de Francia.

- Burdeos no está en el norte.

- Efectivamente, llega a Burdeos, se detiene tres días porque allí estaban dos íntimos amigos suyos y continúa su viaje hasta París, donde estuvo dos meses pero jamás tomó las aguas. Regresó a Burdeos y cuando se le acabó el permiso volvió a solicitar una prórroga y continuó allí hasta 1826, en el que fue a Madrid a pedir la jubilación y el rey se la concedió. Es verdad que Goya forzó su jubilación.

- ¿Qué es lo que le atrapa de Burdeos al pintor?

- Burdeos en 1824 es la ciudad más española de Francia con un ambiente muy hispanizante y donde está todo el mundo de su madurez, de exiliados liberales con los que había tratado, y es como un regreso al tiempo pasado. Se siente muy a gusto allí.

- Lo que no quería era volver al absolutismo.

- No quería volver, no le gustaba, pero hay otros motivos.

- Vamos, en definitiva era también un exilio.

- Sí, pero no es un exilio forzado. También es cierto que Goya era un hombre con ciertos temores acerca de la inestabilidad no solo política sino también económica en España, y era bastante acomodado. Entonces él en cierto modo vio una posibilidad de asegurar su capital en Francia, como hicieron muchos españoles en aquella época.

- ¿Qué supuso artísticamente esa etapa en Burdeos?

- Durante los dos meses que estuvo en París visitó los museos de allí y descubrió que lo que él estaba intentando abrir en el ámbito de la pintura se estaba intentando hacer también en Francia, es decir, estaba en el ámbito de la modernidad. Y por otra parte Goya en Burdeos desarrolla muchísimo la litografía. A pesar de tener 80 años Goya es un hombre que sigue abriendo caminos e investigando para ir mucho más allá.

-Entra en la modernidad en la última etapa de su vida.

- Totalmente, bueno, él siempre lo había estado a partir de 1800 con una pintura mucho más moderna. 

- Supongo que habrá visto la película de Carlos Saura Goya en Burdeos.

- Sí, pero no me convence mucho esa película. 

- Es como muy Buñuel el personaje de Goya en esa cinta, ¿no le parece?

- Yo creo que sí. Lo que querría dejar bien claro sobre Goya, y no solo lo digo yo sino también Manuela Mena que es la gran especialista en este pintor, que no hay que convertir a Goya en un mito de algo que no es, porque era un extraordinario pintor y un hombre que abre la pintura española a la modernidad, pero luego es un ser humano como todos con sus defectos, inquietudes, dudas y temores.

- Tiene muchas similitudes precisamente con Buñuel.

- Sí.

- Su afrancesamiento también.

- Goya era un afrancesado, igual que Buñuel, pero no renegaba jamás de su españolidad y estaba muy orgulloso de ello.