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Carmen Marta-Lazo, educomunicadora: “Llegar a una sociedad sólida y dotada de valores cívicos depende de la educación” Carmen Marta-Lazo, educomunicadora: “Llegar a una sociedad sólida y dotada de valores cívicos depende de la educación”
Carmen Marta-Lazo, en el Paraninfo con el libro colectivo

Carmen Marta-Lazo, educomunicadora: “Llegar a una sociedad sólida y dotada de valores cívicos depende de la educación”

La experta en medios presentó el volumen ‘Calidad informativa en la era de la digitalización’
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En su reciente trabajo Despertar del sueño tecnológico, Ekaitz Cancela profundiza en una de las derrotas de la democracia: sobre cómo el capitalismo se ha ido apropiando de la construcción del conocimiento en los últimos siglos, vampirizando periódicos y medios. Para ayudar en la tarea de reconstrucción, un libro colectivo coordinado por la turolense Carmen Marta-Lazo, viene como anillo al dedo para poner en valor la profesión periodística y su misión en el tiempo presente: Calidad informativa en la era de la digitalización: Fundamentos profesionales vs. infopolución.

-El Grado en Periodismo de la Universidad de Zaragoza ha cumplido diez años, algo que celebraron por todo lo alto el pasado viernes.

-Sí, fue muy emocionante encontrarnos con muchos de los alumnos antiguos y actuales, junto con los profesores. Todos hemos contribuido a la historia de estos diez años.

-Muchos de ellos nacidos o ejerciendo en la provincia. La realidad obliga. ¿Cree que el periodista turolense es alguien especialmente comprometido con su profesión?

-Creo que sí, el periodismo local, y más en tierras poco pobladas, requiere una vocación especial. 

-Porque usted, sin ir más lejos, turolense de pro, también trabajó en este medio, DIARIO DE TERUEL, tras licenciarse en Valencia.

-Sí, siempre cuento con gran orgullo que mis inicios fueron en DIARIO DE TERUEL, donde aprendí los gajes del oficio de la mano de excelentes compañeros. 

-La comunicación vertebra territorios y vidas…

-Sin duda, es punto de unión y sirve para cohesionar.

-Porque los informadores somos más que necesarios en la lucha contra la despoblación.

-Porque tenemos que ser portavoces de las necesidades de la ciudadanía y de sus pueblos, y denunciar situaciones que hay que solucionar.

-Y a más, otorgando cierta complicación, el escenario de la Red. Hace unas semanas presentaron en el Edificio Paraninfo el volumen Calidad informativa en la era de la digitalización: Fundamentos profesionales vs. infopolución. ¿Qué se esconde bajo este título?

-Se trata de un libro colectivo que contiene las últimas investigaciones que hemos hecho en mi grupo de la Universidad de Zaragoza, sobre la importancia de recuperar los valores y fundamentos base del buen periodismo, en una era caracterizada por la sobresaturación y la contaminación informativa. 

-Atravesamos una importante crisis de confianza y de credibilidad, de la que no escapan los medios de comunicación.

-Efectivamente, el sensacionalismo informativo, el todo vale, ha hecho que se pierda la confianza. Y el fenómeno de las fake news también ha repercutido en negativo.

-Usted vuelve a centrarse en la educación mediática para las competencias digitales, un entorno tan cambiante que continuamente invita a establecer nuevas estrategias para el aprendizaje.

-Pienso que es necesario educar desde las aulas en el ejercicio de utilizar los medios de forma sana, crítica y con criterio. Lo primero es analizar para después saber producir mensajes desde la mirada crítica y analítica. Un buen ejemplo lo tenemos en el programa Cine y Salud del Gobierno de Aragón, que dota a los alumnos y alumnas de las competencias necesarias para saber crear, después de haber visionado piezas cinematográficas. 

-Cuanto más poliédrico es todo, más necesario es encontrar la sencillez de ideas en esta sociedad multipantalla.

-Ahí está la base. Con tanta amalgama de mensajes, lo importante es llegar al núcleo de la información, quedarnos con la esencia de lo sencillo. En periodismo hablamos de las 3 c’s: claridad, concisión y corrección.

-Como recuerdan, la utopía de la formación y sus valores siempre estuvieron presentes en los pioneros de la educomunicación.

-Desde luego, llegar a una sociedad sólida y dotada de valores cívicos depende de la educación que sus ciudadanos reciban, y en la sociedad de hoy debemos preparar para las nuevas formas de transmitir la información.

-También se centra en cómo estas competencias son adquiridas por los nuevos informadores digitales.

-Sí, incluimos un capítulo sobre los fundamentos profesionales en una sociedad en la que las redes sociales han cambiado las formas de comunicar. De hecho, los periodistas cada vez pueden servir más a los ciudadanos como mediadores, dando las claves y pautas de cómo poder ser creadores de información con criterio.

-La calidad informativa es la resultante de la homónina, humana y profesional de todos los agentes implicados. ¿Están más y mejor preparados nuestros periodistas del siglo XXI que los del pasado?

-Yo diría que más que mejor, están preparados de una forma diferente, más adecuada a la comunicación digital, al universo multimedia y a las audiencias sociales, sin perder de vista, las claves epistemológicas, técnicas y éticas que debe albergar la profesión para que sea de calidad.

-¿Qué no debe hacer un periodista que se precie ante esta realidad de fakes, apps, youtubers, algoritmos y big data?

-No debe dejar de documentarse y de investigar en profundidad. Un buen reportaje no puede ser hecho por un robot. En mis clases, siempre insisto mucho en la importancia del multiperspectivismo, en que estén presentes todas las voces posibles, en no dejarse llevar por una sola tendencia, y esa búsqueda del contraste necesario no pueden hacerlo las máquinas. Donde haya periodismo de calidad, explicativo y analítico, siempre se necesitarán periodistas bien formados.

-También nos invade el eduentretenimiento, ¿es navaja de doble filo? Porque contribuye a conformar una sociedad más ludópata, narcisa y despistada, creo yo.

-Bueno, eso habría que matizarlo, porque se puede aprender de manera lúdica, llegando al mismo objetivo y conocimiento. La educación no tiene porqué ser formal y seria. 

-¿Las nuevas profesiones de la comunicación serán cada vez más técnicas, o todavía hay sitio para la esperanza?

-Combinarán ambas parcelas: la técnica y el análisis. Mantengamos la esperanza de que siempre quedarán espacios para la reflexión, el periodismo interpretativo y opinativo.

-¿Vivimos crisis de libertad? Porque todo está tan modelado tecnológicamente, que podemos creer que tomamos las decisiones y, en cambio, el profesional a veces sólo redacta la noticia inmediata que estaba ya prevista, y para la que él ya estaba casi programado...

-La rentabilidad de los medios muchas veces pasa factura, los ritmos frenéticos en las rutinas informativas hacen que todo esté pautado. Pero esto también es una oportunidad para los emprendedores que quieran hacer periodismo de otra manera más detenida, creativa y analítica. Es tiempo para el periodismo slow. 

-¿Cómo incorporar más reflexión moral ante los hechos, ya sea en los medios de comunicación, ya sea en los centros educativos o en la sociedad?

-Es necesario desplegar los nexos entre los mimbres del pasado y entre el futuro tecnológico. Pensamos que en la concepción del llamado humanismo digital está la clave. Tenemos que recuperar el sentido del hombre, por encima de la tecnología, que debe estar a nuestro servicio.

-Para terminar, comparta su trabajo más ilusionante y social entre los múltiples proyectos en los que usted está ahora embarcada.

-Ahora mismo nos encontramos desarrollando un proyecto para preparar a los colectivos vulnerables, entre ellos las mujeres inmigrantes, en competencias digitales. Y es precioso ver cómo se empoderan cuando aprenden a manejar las TRIC. Por cierto, aprovecho para invitar a los lectores a buscar en Google este concepto.