Síguenos
Mejora la calidad del agua en el río Guadalope al bajar menos lodo Mejora la calidad del agua en el río Guadalope al bajar menos lodo
El río Guadalope, encauzado dentro del embalse de Santolea

Mejora la calidad del agua en el río Guadalope al bajar menos lodo

La analítica de abril detecta 397 mg/L de sólidos frente a los 1.190 anteriores
banner click 244 banner 244

La calidad ambiental del agua del río Guadalope aguas abajo del embalse de Santolea vuelve poco a poco a la normalidad, después de la pérdida de lodos que sufrió el vaso del pantano desde que el pasado mes de noviembre se inició la maniobra de desagüe, necesaria para acometer las obras de construcción de una nueva presa en los estrechos del cañón,  a kilómetro y medio de la presa actual. Que la calidad de las aguas vuelve a recuperarse lo desvelan las analíticas que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) realiza puntualmente en las aguas superficiales del río Guadalope, donde la cantidad de sólidos en suspensión es de 397 miligramos por litro (mg/L).

Los análisis realizados en los puntos de muestreo detectan una mejora considerable. Los datos fueron recogidos en la derivación de la acequia mayor del río, aguas abajo de la presa, el 11 de abril. Se registraron los 397 mg/L mencionados de sólidos en suspensión, la mitad que los detectados en la analítica anterior del seis de marzo. Son cifras muy inferiores a los datos del cuatro de febrero, cuando se detectaron volúmenes de 1.190 mg/L. En la analítica del 8 de enero este dato era superior a los 4.000 mg/L.

Estos datos apuntan a que el embalse habría reducido considerablemente la pérdida de barro en estos meses, aunque el estado del agua no está, ni mucho menos, dentro de sus parámetros de normalidad. No en vano, si se tienen en cuenta los registros anteriores a la maniobra de vaciado que datan del 13 de noviembre de 2018, queda en evidencia el largo camino que le queda por delante al río. En aquella fecha, el volumen de sólidos en suspensión era de 12 mg/L, y este mismo parámetro en la analítica anterior, realizada el 11 de septiembre, fue de 5 mg/L. Esto indicaría que, pese a la disminución registrada en abril, al río le queda un largo trecho por delante para volver a la normalidad.

Concentración de oxígeno

En relación al parámetro referente al oxígeno disuelto en el agua, se encuentra en 10,22 miligramos por Litro (mg/L), más o menos como estaba el río en el mes de febrero, con 10,8 mg/L, lo que, según apuntaron entonces fuentes del organismo de cuenca, son niveles correctos de oxígeno. Según la normativa de calidad ambiental de las aguas de la Unión Europea (UE), para que se alertara de una situación de emergencia por falta de oxígeno en el agua para los organismos vivos se tendría que llegar a niveles de 5 o 6 mg/L.

Un repunte en Semana Santa

El alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente, explicó que los ayuntamientos de la zona recibieron un aviso de alerta después de Semana Santa en relación a un repunte del volumen de sólidos en suspensión en el agua. “Fue como consecuencia de las lluvias de Semana Santa, y duró unas tres semanas, pero ahora la cantidad de sólidos, según lo que nos han confirmado, se ha reducido considerablemente y la alerta ha quedado desactivada”.

El municipio bajoaragonés ha tenido estas dos semanas problemas con el grupo electrógeno que eleva agua a los depósitos municipales, pero “aparte de esta cuestión, estamos encantados con el pozo de agua que se localizó durante la obra de emergencia”, valoró el primer edil. El nuevo pozo de abastecimiento de agua de boca, no sólo “tiene un enorme caudal, más del que esperábamos, sino que está aportando un agua de enorme calidad”, reconoció. 

Al parecer, el vecindario “está muy contento, porque se nota que el agua es buena, mucho mejor que la que teníamos del Guadalope, por el frescor, el sabor con el que llega, y porque es mucho más limpia”. En este sentido, Clemente indicó que “el propio alguacil del pueblo lo ha notado, y afirma que los depósitos, que se han limpiado hace poco, no están tan sucios como los encontraba antes”.

En cuanto al caudal del pozo de suministro, el Ayuntamiento de Aguaviva tendrá que colocar un variador de frecuencia en la bomba que eleva el agua del pozo, que se dimensionó para unos caudales de aforo de 15 litros por segundo, cuando “en este momento está dando todos los días 17 y hasta 20 litros por segundo”. El alcalde comentó que “al estar saliendo más caudal para que la bomba de elevación trabaje con rendimientos óptimos instalaremos el variador”. 

El consistorio se ha acogido a varias convocatorias de subvenciones para la instalación de placas fotovoltaicas en la zona de elevación. “El grupo electrógeno es un parche temporal, porque lo que queremos es que el suministro de agua al pueblo se realice con una elevación de agua con placas”. No en vano, los costes energéticos se reducen a cero.