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La jaula de oro La jaula de oro

La jaula de oro

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Elena Gómez

Comienza el verano y es el momento de pasar un tiempo en mi pueblo, Villel. La gente que no me conoce demasiado, suele comentarme con cierta envidia la suerte que tengo de poder tener una casa fuera de la ciudad cuando llega el calor. No se equivocan demasiado, no hay nada mejor para soportar las altas temperaturas que pasar las noches a la fresca mirando las estrellas. Pero los más cercanos sonríen mientras me dan una palmadita en la espalda y desean que me sea leve. Y es que me declaro una urbanita empedernida.

Nada más lejos que buscarme enemigos ahora que se habla tanto de la España rural y vaciada. Le tengo un enorme respeto a los pequeños pueblos de nuestro país y a sus habitantes, que han decidido mantener un estilo de vida que todos necesitamos. Además, me encantan las cosas buenas que tanto valoramos los que acudimos para veranear: la cercanía de los vecinos, el reencuentro con los amigos, la ausencia de ruidos molestos, el aire puro, las largas conversaciones al atardecer… 

Pero todos conformamos nuestras opiniones según las circunstancias que nos han tocado vivir. Y yo reconozco que la silla de ruedas funciona mejor sobre el asfalto. Hace años, la inconsciencia que me daba la juventud me animó en diferentes ocasiones a recorrer las callejas de Villel, a subir a las eras, a andar por caminos empedrados y alguna vez a quedarme a dos centímetros de caerme por una barbacana. Pero aquellos locos tiempos pasaron, y ahora me resulta muy complicado recorrer sus rincones más bellos.

Admiro a esos ayuntamientos rurales que estiran sus exiguos presupuestos para encementar algunas calles, pero incluso así son muchas las dificultades que me encuentro cuando salgo a pasear por las de mi pueblo. Por eso a veces el veraneo se me hace un poco cuesta arriba, mis movimientos son tan limitados que termino sintiéndome atrapada en una jaula de oro.

Quién sabe, quizá algún día nos convirtamos en la España "rellenada" y en Villel tengamos dinero para poner un ascensor hasta el castillo.