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Hemeroteca: de Gobierno Militar a Subdelegación de Defensa; y entre tanta tropa, una mujer Hemeroteca: de Gobierno Militar a Subdelegación de Defensa; y entre tanta tropa, una mujer
Página de este periódico que recogía la inauguración

Hemeroteca: de Gobierno Militar a Subdelegación de Defensa; y entre tanta tropa, una mujer

Hace 25 años se inauguraba la Delegación de Defensa en Teruel, de las primeras de España
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Habrá quien no haya dejado de llamarlo Gobierno Militar, y pocos acertarán a decir lo que se ofrece tras las paredes de un edificio que está en la avenida Sagunto de Teruel desde que la memoria alcanza. Pero ya hace un cuarto de siglo que se inauguró oficialmente la sede de la Delegación de Defensa en Teruel -hoy Subdelegación de Defensa, dependiente de la Delegación en Aragón- y fue de las primeras en ponerse en marcha en España. Su creación respondía a los cambios que la transformación del Ejército requería. Los mandos declaraban la voluntad de caminar hacia la profesionalización de las tropas mientras aquel mismo año, 1994, ingresaban en la cárcel los primeros insumisos en Teruel. 

“De la austeridad tacañona castrense, a la funcionalidad espaciosa y bien iluminada de las nuevas oficinas”. Así describía en “El Mirador” las reformadas dependencias el director de este periódico hace 25 años, Carlos Hernández. “Toda la casa ha sido restaurada. ¡No va nada! Lo que fue y lo que es” decía. Lo leíamos en la edición del 3 de diciembre de 1994 de este rotativo, en una portada en la que se destacaba en la foto esta inauguración, a la que acudió el director general del Servicio Militar, Laureano García Hernández. En la crónica recogía sus palabra de que el objetivo para el año 2000 era que el 55% de la clase de tropa fuera profesional. “García Hernández considera que el modelo mixto de Ejército es el más idóneo” destacaba en el titular de la información en el interior del rotativo. 

No vislumbraba entonces un ejército puramente profesional y de hecho, este mando ministerial decía que el modelo mixto de Ejército era el más conveniente para España “y sin duda el único posible”. Apuntó que progresivamente se iría hacia la profesionalización de la clase de tropa y a una reducción de los efectivos, que para el 2000 se espera que sean la mitad de los existentes en 1994.

En esta cuestión se centraba la información de aquella inauguración, en la que se detallaban cifras, como por ejemplo la de los 15.000 jóvenes que se esperaba que se incorporaran a filas en 1995 lo que demuestra la buena salud que goza el reclutamiento a pesar de la caída de la tasa de natalidad y el movimiento de objeción de conciencia.Y en ese sentido decía que la sociedad empezaba a ser muy clara respecto a la acogida laboral de los jóvenes que han cumplido el servicio militar, e indicó que la insumisión era un “movimiento absolutamente marginal”. García Hernández cifró este colectivo en “solo dos centenares de personas”, cuya actitud tachó de “claramente insolidaria” y decía además que la sociedad, los políticos y los medios de comunicación les estaban dando un “excesivo protagonismo” en confrontación con “los intereses de la inmensa mayoría”.

Sobre la objeción de conciencia, hablaba de que estaba entrando en parámetros de normalidad y creía que la normalización de este tipo de prestación social sustitutoria permitiría cubrir los puestos que con anterioridad ocupaban soldados de tropa, como en la Cruz Roja.

Centro moderno

La información sobre el objeto de la inauguración se ofrecía al finalizar la crónica, cuando se detallaba qué era la Delegación y cuáles eran sus funciones: Está concebida como un moderno centro de gestión administrativa que agrupa y racionaliza el funcionamiento de todos los servicios periféricos del Ministerio, entre otros los Centros de Reclutamiento decía el texto. Y García Hernández, según señala la crónica, resumía que las delegaciones de Defensa pretendían “liberar a los mandos militares de tareas burocráticas para que puedan centrar su atención y dedicar toda su energía a los aspectos operativos y logísticos de las Fuerzas Armadas”.

Incidía también la crónica en que otro de los objetivos era mejorar la atención a los ciudadanos, agilizar las relaciones de colaboración con las autoridades civiles y disminuir el gasto público como consecuencia de la concentración de órganos y servicios. 

Quizá por ello Carlos Hernández proponía en su columna al coronel de aviación que estaba al mando, José Luis Ortillés, que hiciera una jornada de puertas abiertas a los turolenses. Destacaba también Hernández que a la inauguración asistieron, además del director general del Servicio Militar (un civil, apostillaba), la Plana Mayor del Ministerio de Defensa: dos generales, varios coroneles, algunos tenientes coroneles, comandantes, capitanes, tenientes y suboficiales. La tropa iba de paisano: el delegado del Gobierno de Aragón, el gobernador de Teruel y el alcalde de la ciudad. Y entre tanta “tropa”, una mujer, que mujer aparecía sonriente en una de las dos fotografías con las que se ilustraba la información, mientras el director general del Servicio Militar le imponía la Cruz.

Esa mujer, destacaba Carlos Hernández, era honrada y proba funcionaria del Ayuntamiento, que por sus dilatados servicios en el reclutamiento, ha sido distinguida con la Cruz del Mérito Militar, don distintivo blanco. Isabel Pérez Abril ha recibido el galardón, arropada por tan altos mandos. Delicada atención de nuestro Ejército. Felicidades.

Institución abierta

La ahora Subdelegación de Defensa celebra cada año un día en el que distingue a distintas entidades y recuerda las funciones que tiene, especialmente que se trata de una institución “abierta” a los ciudadanos. Así lo hacía el subdelegado de Defensa en Teruel, Miguel Juliá, en el acto celebrado el pasado mes de mayo en el que recordaba además este especial aniversario.

En el acto institucional destacó el esfuerzo de la Subdelegación para trabajar en la calidad especialmente durante los últimos años, cuando se ha conseguido el certificado de excelencia “que pocas instituciones tienen” y que requiere un esfuerzo constante. “Hemos alcanzado un nivel de eficiencia al reducir el gasto que generaba la dispersión de edificios, de equipaciones y la fragmentación de recursos humanos” indicaba, en un trabajo que ha supuesto adaptarse a las necesidades del Ministerio, y hacerlo a través de sistemas de calidad en los que han sido pioneros en Teruel.

En este 25 aniversario el máximo responsable de Defensa en Teruel recordó la labor de difusión de la cultura de Defensa por la que a lo largo del último año han desarrollado a través de exposiciones, conferencias y la participación en ferias de empleo, en una “permanente búsqueda de la mejora en la atención a los ciudadanos”.