

Miravete celebra el veinte aniversario de la recuperación de su Reinao
Unas cuarenta personas bailaron el tradicional dance, que se perdió en 1959 y se recuperó en 1999Unas cuarenta personas bailaron este fin de semana el Reinao de Miravete de la Sierra en una plaza atestada de público, en una emotiva jornada con la que la Asociación Cultural de Miravete quiso celebrar el 20 aniversario de la recuperación del Reinao.
Se trata de un baile tradicional que organizaban los clavarios y que se bailaba durante las fiestas patronales de octubre –que era cuando antes tenían lugar las fiestas, acabada la cosecha–, y que se celebró por última vez en 1958.
Tras cuarenta años de olvido, la celebración se recuperó en 1999 y este sábado, coincidiendo con el vigésimo aniversario, se presentó un libro que narra la historia el Reinao de Miravete y resume esos veinte años de trabajo para recuperarlo y consolidarlo. Y durante la tarde al grupo de doce chicas que lo bailan cada 10 de agosto desde hace varios años, se sumaron muchos más bailares, hasta casi un total de cuarenta, de entre quienes a lo largo de los cuatro últimos lustros lo han bailado en una u otra ocasión.
Tradición rescatada
La recuperación del Reinao de Miravete tiene una historia cuando menos peculiar. Todo comenzó hace 25 años, cuando el matrimonio de Zaragoza formado por Fernando Maneros y Carmen Aguarod cayeron en Miravete realizado un trabajo sobre indumentaria tradicional, con una Beca Nacional de Etnografía que concedía el Instituto de Patrimonio Cultural de España, del Ministerio de Cultura. Ambos son arqueólogos de formación y Maneros se ha especializado precisamente en el campo de la indumentaria histórica, pero de ese viaje a Miravete salió algo más.
El propio Maneros explica que “nos enamoramos del pueblo y desde entonces pasamos allí los veranos, en una casa que tenemos, y el mayor tiempo posible”.
Pocos años después, un grupo de investigadores del mundo del folclore, formado por Carolina Ibor, Diego Escolano y Úrsula Solaz, visitaron también Miravete, recopilando información sobre tradiciones orales, músicas y canciones –de hecho, los tres han editado artículos, libros y discos con canciones del Maestrazgo turolense–. “En Miravete había una familia de gaiteros y sus descendientes les contaron canciones, historias, y les hablaron del Reinao, del que yo ni había oído hablar”, recuerda Fernando Maneros. “Entonces Carolina, Diego y Úrsula nos animaron a intentar recuperar los pasos de baile que se bailaban en esa jornada tradicional”.
La wikipedia a la que acudieron para hacerlo fue Avelina Andrés, Prudencio Blesa, Maruja Villarroya y su hermana, Felisa Villarroya. Los cuatro recordaban cómo se había bailado el Reinao hasta 1958. Seguramente se sorprendieron del entusiasmo repentino de unos jóvenes por algo que llevaba 40 años durmiendo el sueño de los justos, pero con su ayuda pudieron reconstruir los dances típicos. Y con esas tres patas, la indumentaria, la música y los pasos, el Reinao de Miravete volvió a la vida.
En 1999 se bailó por primera vez –de nuevo–. Fernando Maneros recuerda “ver al señor Prudencio bailar con mi mujer y a la señora Avelina bailar conmigo”, en una jornada que fue emocionante igual que lo fue la de este sábado. De estos cuatro últimos del viejo Reinao solo vive Felisa, aunque reside en Francia y no pudo acudir a su Miravete este fin de semana por lo avanzado de su edad.
Durante sus últimos años hasta 1958 la música del Reinao la pusieron los Gaiteros de Valdeconejos, una mítica orquestina que formaron en 1940 los hermanos Martín Herrero; Alejandro, Marcos, Benedicto e Israel, que funcionó hasta 1975. Como confirmó Rafael, uno de los hermanos Martín que no formó parte de la orquesta a Miguel Ángel Forner en un reportaje publicado en DIARIO DE TERUEL el 31 de julio de 2016, curiosamente los Gaiteros de Valdeconejos tocaban batería, clarinete, saxofón y acordeón, pero nunca tocaron la gaita porque nadie de la familia sabía hacerlo.
Pero esa es otra historia. Cuando en 1999 se recuperó el baile, los danzantes se movieron con la dulzaina de Diego Escolano. Pero en 2002 la música corrió a cargo de Armando Ayora, gaitero de Tronchón afincado en Barcelona y cuya dulzaina ha sonado cada 10 de agosto desde entonces. El sábado le acompañó con la caja Marcos Griñón, de Villarluengo.
Un libro histórico
En el libro El Reinao de Miravete de la Sierra 1999-2019, que fue presentado también el sábado, se desgranan detalles tanto del trabajo que ha supuesto la recuperación como los detalles que se conocen del baile original, aportados por Maneros, Aguarod o Carolina Ibor, entre otros. Allí se habla de otros bailes de mayorales vinculados; la indumentaria tradicional y la forma autóctona de vestir los mantones por parte de las mozas y los pañuelos por parte de los mozos; todo aquello que se conoce del último Reinao histórico que se ejecutó, en 1958; el proceso de investigación y recuperación que se ha llevado a cabo desde 1999 y también los bailadores y músicos que durante los últimos 20 años lo han ejecutado cada 10 de agosto en la localidad turolense.
Además, y desde los primeros días de agosto, se encuentra abierta en los salones consisto- riales una exposición en la que, mediante reproducciones foto- gráficas y un montaje en vídeo se da a conocer esta tradición.
Sobre el futuro, parece que al menos a corto plazo se mantendrá el Reinao de Miravete, porque hay una docena de chicas de diferentes edades que desde hace cinco o seis años lo bailan. “Todo chicas, esto es así...”, afirma Fernando Maneros. “Supongo que los chicos están a otras cosas”.
Maneros confía que ese grupo contribuya a mantenerlo. Mientras tanto la vida sigue y el próximo año la Asociación Cultural de Miravete cumple quince años, así que “algo haremos”, asegura Maneros. Será una buena excusa para volver a llenar el pueblo y la plaza con más de 300 personas donde existen censadas 35. La ocasión para desmentir una vez más aquello de que Miravete es un lugar donde nunca pasa nada.