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Efectiviwonder, tiene un crush Efectiviwonder, tiene un crush

Efectiviwonder, tiene un crush

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Efectiviwonder. El que siempre escribe artículos guays del Paraguay en este rincón del periódico (Juanjo Francisco) se ha dado el piro, vampiro, y está de vacances, tirado a la bartola. Seguro que ha ido a la discoteque con su camiseta de Supermán, chorizo con pan, para mover el esqueleto. 

Yo le dije antes de irse que su Espuma de los días mola cantidubidubidubi, cantidubidubida y que debía dejarla escrita porque sus textos son para flipar en colores.

El me contestó: ¿de qué vas, Bitter Kas?, de eso nada, monada, ni hablar del peluquín, que no te enteras, Contreras, que lo que quiero es descansar y pasarlo pirata. Así que de eso, nastik de plastik. 

Yo aluciné pepinillos y me fui, arreando, que es gerundio, a dar un voltio en busca de la inspiración para escribir este artículo.

Hacía un poco de biruji e iba en manga corta, porque soy un poco pinfloi y pensé que los más fuertes que el vinagre no le tenemos miedo al frío.

El caso es que me sonó el teléfono. Digamelón, contesté, y era un señor que pretendía venderme un seguro porque el mío se acaba la semana que nieve. Yo le contesté que a la cola, Pepsicola, que tenía muchas ofertukis.

No te enrolles Charles Boyer, le comenté, no se que Pretenders vendiéndome un seguro por teléfono.

Al final, me hizo el lío y una oferta muy buena y yo pensé: toma jeroma, pastillas de goma, me voy a ahorrar unas pelas. Qué risa, tía Felisa. 

Volví al periódico y en la máquina de café me encontré a una compañera. Me dijo que tiene un crush con un colega de profesión. Le ha hecho un stalckeado en sus redes y ahora está living  todo el día.

Le pregunté a mi compañera si de verdad es un tipo swag y ella me contestó que aún no lo tiene claro, pero que tiene pinta de ser su bae.

Ella teme que su crush acabe siendo un toyaco, pero es muy random eso del amor a primera vista. Que ahora que tiene un    goal con su nuevo trabajo y que está blessed, todo lo que le está pasando le ha hecho un mood.

Mi compañera ha escrito algo en su instagram y hay salseo porque ha shippeado sobre un rollo de un amigo con una chica de Mordor que es un poco rachet y teme que todo acabe en un tremendo fail.

Va todo flexy por la redacción mi compañera con una chequeta nueva que ha comprado mientras joseaba por Wallapop. 

Además, va al gimnasio y se le ha quedado un cuerpo on fleek. Viste un poco athleisure, pero informal, aunque tiene claro que en eso del amor ella no se va quedar con la chusta.  Lo cierto es que si yo llevara el outfit de mi compañera seguro que me critacarían.

Ella no va de parguela y no rechaza la pansexualidad y está hype con su amor verdadero.

Y después de todo esto, ya he  decidido sobre qué voy a escribir esta semana. Sobre la manía que tienen los millenials de hablar raro y sobre lo chachi piruli que hablamos los que nacimos en la generación X .

Pero vamos, que lo importante es estar happy, a tope de power  y feliz como una perdiz. Hasta luego, cocodrilo.