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José Luis Mendívil Giró, catedrático de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza: “La gramática no es sexista, pero se puede hacer un uso sexista del lenguaje” José Luis Mendívil Giró, catedrático de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza: “La gramática no es sexista, pero se puede hacer un uso sexista del lenguaje”
José Luis Mendívil el pasado lunes en el Casino de Teruel

José Luis Mendívil Giró, catedrático de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza: “La gramática no es sexista, pero se puede hacer un uso sexista del lenguaje”

“El masculino es inclusivo salvo en muy pocas ocasiones que sí tienen información semántica de sexo”
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El catedrático de Lingüística General de la Universidad de Zaragoza, José Luis Mendívil Giró, impartió el pasado lunes una conferencia en el Casino de Teruel sobre el uso masculino inclusivo en español 

-¿El lenguaje es sexista o lo hacemos sexista?

-Obviamente la gramática no es sexista, pero sí por supuesto que se puede hacer un uso sexista del lenguaje.

-Y ese uso se hace.

-Sí, sí, lo hacemos. Si el lenguaje es sexista es porque es sexista el usuario del mismo; por supuesto puede serlo. Pero esto se puede corregir, aunque no cambiando la gramática sino cambiando la actitud de las personas hacia los derechos de otras personas, fundamentalmente las mujeres o las minorías desprotegidas que se ven menospreciadas en el uso del lenguaje.

-¿Cómo se puede hacer un uso incluso del masculino en el español sin acabar pareciendo sexista?

-La idea de que el uso del masculino, para referirse tanto a hombres como a mujeres, es sexista es una idea equivocada, está basada en una comprensión deficiente de la gramática del español. Es una generalización simplista que parece equiparar las palabras que acaban en o -ciudadano designa varones y ciudadana designa mujeres-, y la realidad es mucho más compleja: la palabra ciudadanos es un masculino que no incluye en su semántica información de sexo, por tanto es una palabra apta para referirse indistintamente a hombres y mujeres. Sin embargo ciudadana, creada sobre esta, sí que tiene una especificación de sexo femenino, es decir, solo sirve para referirse a mujeres. 

-Vamos, que el uso del masculino en estos casos es inclusivo ya y no es sexista su uso.

-Efectivamente. El masculino es inclusivo salvo en muy pocas ocasiones que sí tienen información semántica de sexo, por ejemplo fraile, marido e incluso hombre que son palabras que se refieren a varones. Lo que resulta confuso es que los hablantes conforme las mujeres se han ido incorporando, afortunadamente, a la vida social, pues se han ido introduciendo términos para designar específicamente a las mujeres que cumplen esas funciones. Ya no nos sorprende a nadie oír directora, oír presidenta, y nos sigue chirriando a muchos bastante jueza o médica, o fiscala que se empieza a decir ahora. Eso depende del gusto, de la educación del hablante, pero no tiene nada de malo, son palabras que se especializan en designar específicamente a mujeres, pero eso no invalida el valor inclusivo que tiene el masculino por defecto en español.

-A veces se utiliza hombre como inclusivo sin serlo, como por ejemplo cuando se dice la evolución del hombre.

-Yo no soy un fanático de los manuales ni de los dictámenes que se han hecho para el uso inclusivo del lenguaje, porque no soy partidario de buena parte de lo que dicen, pero reconozco que hay usos que se podrían evitar y que no dañan nada ni chirriarían con el resto  de la gramática, como utilizar la expresión hombre para referirse a hombres y mujeres. Es verdad que se puede hacer, pero eso sí que es utilizar lo que claramente designa al varón para referirse también a las mujeres. Eso sí se puede considerar hasta cierto punto sexista o androcentrista.

-Habría que hablar en este caso de la evolución del ser humano en lugar del hombre, ¿no?

-Sí, como cuando decimos el hombre pisó la Luna. Si no te estás refiriendo estrictamente a Neil Armstrong es mejor decir el ser humano. Esas cosas son sensatas, pero en cambio con ciudadano la palabra tiene el doble valor, mientras que ciudadana solo se refiere a mujeres.

-Y en estos casos esa práctica generalizada que se está extendiendo para ser políticamente correctos de referirse al plural  recurriendo a “ciudadanos y ciudadanas”, ¿es correcto?

-La duplicidad. Sobre eso hay lingüistas de todas las opiniones. Yo tengo compañeros que tienen una gran formación y que defienden que eso está bien, pero obviamente un análisis sosegado revela enseguida que es imposible de mantener porque es farragoso. Por ejemplo, decir los ciudadanos y ciudadanas son sensatos...

-...y sensatas.

-Claro, si tienes que repetirlo empieza a ser un disparate. Hay una conexión y eso no se puede evitar, no podemos decir Luisa y María son listos y listas, ¿porque entonces cuántas personas hay? Estamos estableciendo una asimetría así. Cancelar el masculino genérico es incoherente con el resto de la gramática en español. Si quisiéramos que los nombres masculinos solo designaran hombres, tendríamos que convertir el español en inglés, es decir, una lengua sin género. No es casualidad que esta moda de la duplicidad venga del inglés.

-¿Le parece una aberración la utilización de la @?

-Eso es un signo gráfico y un lingüista no va a decir que es una aberración porque estamos programados para analizar lo que la gente dice, no para decidir lo que la gente tiene que hablar. El lingüista es un científico que analiza lo que hace la gente, no lo juzga como bueno o malo, eso ya son entidades de política lingüística como las Reales Academias las que fijan la norma correcta, lo que está bien o mal desde el punto de vista normativo. Además, lo de la @ es solo una convención gráfica que no se puede pronunciar y que creo que tiene los días contados, pero bueno, no hablaría de aberración sino de ocurrencia.