El artista gerundense Miquel Planells es el nuevo ganador del Certamen Internacional de Fotografía de Andorra

El fotógrafo gerundense Miquel Planells Saurina se proclamó ganador de la XIV edición del Certamen Internacional de Fotografía Villa de Andorra, con una impresionante serie de imágenes titulada Ángeles y demonios que puede verse hasta el 30 de septiembre, junto al resto de fotografías seleccionadas, en la exposición que acoge la Sala de la Estación de Autobuses de Andorra, y que como ya es tradición viajará al Centro Joaquín Roncal de la Fundación CAI/ASC de Zaragoza y al Edificio de Bellas Artes de Teruel en próximas fechas. 

Junto a Planells, que recogió el premio de manos del alcalde andorrano, Antonio Amador, fueron premiados además José María Rubio Calonge, de Vall d’Uxó, con el primer accésit por su serie Mediterráneo, además del valenciano José Beut Duato que se hizo con el segundo accésit por Kusthi. También fue destacado el trabajo de José Ramón Luna de la Ossa, madrileño y finalista con el trabajo Ípsilon. 

Miquel Planells lleva varios años haciendo fotografía, ha ganado numerosos concursos y de hecho ya se había hecho con un accésit en una edición anterior de la cita andorrana, de la que se declaró asiduo. Fotógrafo desde hace veinte años, tantos como lleva funcionando el Centro de Estudios Locales de Andorra, principal promotor del Certamen Internacional de Fotografía, se declara seguidor de grandes referentes como Chema Madoz o Tino Soriano, además de otros grandes fotógrafos como José Beut o José Ramón Luna de la Ossa, con quienes compartió honores en la entrega de premios. 

Amante de la fotografía en blanco y negro y seguidor de la escuela que combina el preciosismo estético con un mensaje expresivo conciso pero muy patente, explicó que realizó la serie Ángeles y Demonios buscando las esculturas en mármol más llamativas del Cementerio de Barcelona, durante varios días en los que el cielo ofrecía unos contrastes especialmente espectaculares. 

Las imágenes premiadas por el jurado andorrano resultan inquietantes y reveladoras, tanto por el contenido, plagados de símbolos religiosos y seres fantasmales, como por los estudiados contrastes y el excepcional revelado digital, que confiere a las texturas del mármol y de las nubes casi tanto valor expresivo como a los motivos fotografiados. En algunas de las imágenes que pueden verse en la exposición del Certamen Fotográfico de Andorra los cielos son sujetos por derecho propio que interactúan con ángeles, demonios y fantasmas, y no simples telones de fondo. Un cuidado acabado en el revelado digital confiere además a sus imágenes un convincente aspecto mágico y trascendental. 

También en blanco y negro son las fotografías que trabaja José María Rubio en su serie Mediterráneo, acreedora del primer accésit. Se trata de ocho fotografías en las que juega con formatos atípicos, casi cuadrados o extremadamente verticales y encuadres muy llamativos. En cuanto a la temática, el de Castellón se centra en diferentes aspectos costumbristas del litoral levantino, como algunos de sus personajes tradicionales, la actividad constructiva, la gastronomía o el entorno natural. 

José Beut, por su parte, presentó una serie de fotografías en color tituladas Kushti, una modalidad de lucha india similar a la grecorromana. Y en Ípsilon, la serie con la que José Ramón Luna resultó finalista, presenta un grupo de imágenes con un importante elemento experimental, tomadas en el interior de una playa la mayor parte de ellas y en las que se juega con las diferentes perspectivas de un mismo sujeto dentro y fuera del agua. 

Entre las fotografías seleccionadas para formar parte de la exposición que tras Andorra visitará Zaragoza y Teruel pueden verse imágenes de Ángel Atanasio Rincón, Luis María Barrio, Xavier Ferrer, George Gigauri, Manuel Jesús Pineda, Raúl Sabio Casalod, Maricarmen Sierra –que con Geometría presenta la única serie abstracta de las que se exponen– y Bárbara Traver López de Ayala.

Certamen en auge

Durante la entrega de los galardones y la apertura de la exposición en la villa minera, que tuvo lugar el 7 de septiembre pasado, el alcalde andorrano, Antonio Amador, puso de manifiesto el incremento que vienen teniendo el certamen año tras año en la trayectoria de sus participantes y en la calidad de los trabajos presentados. Ensalzó a la fotografía como una de las grandes formas artísticas del presente ­­–”ese momento congelado, inerte, que recobra vida y movimiento y nos cuenta una vida, una historia, que llega a establecer una forma de complicidad con el observador, enlazando con sus vivencias y experiencias”–dijo, y además felicitó al Centro de Estudios Locales de Andorra por sus veinte años de historia y de promoción de la actividad cultural y humanística. 

Amador, junto a la concejala de Cultura, Margarita Santos, y el de Promoción, Juan Ciércoles, fueron los encargados de entregar unos premios concedidos por el jurado, que este año ha estado formado por Juan Burillo Jiménez, Lola Évora Suarez, Arturo Gómez Sánchez, Luis Miguel Mencía Gutiérrez, Julio Sánchez Millán y Julio García-Aráez López.