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David Castillo, miembro de la organización de la jornada Sedeisken de Azaila: “Sorprende la similitud entre los objetos de los íberos y los de nuestros abuelos” David Castillo, miembro de la organización de la jornada Sedeisken de Azaila: “Sorprende la similitud entre los objetos de los íberos y los de nuestros abuelos”
David Castillo, durante una demostración de tiro con arco. Eva Gil

David Castillo, miembro de la organización de la jornada Sedeisken de Azaila: “Sorprende la similitud entre los objetos de los íberos y los de nuestros abuelos”

“Cada vez hay más mercados medievales y cosas sobre la antigüedad, el público al final se acabará cansando”
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Cruz Aguilar

David Castillo es diseñador gráfico y, a través de su empresa, Vida Primitiva, realiza trabajos de diversa índole en torno a las culturas antiguas. Además, colabora desde la primera edición de la fiesta Sedeisken, cuya XV edición se lleva a cabo este sábado en Azaila. 

-¿Qué es Sedeisken?

-Es una jornada de difusión, no queremos la etiqueta de feria, para dar a conocer la cultura íbera. A raíz de la primera edición surgió una asociación con el mismo nombre para gestionarla.

-¿De dónde viene el nombre de Sedeisken?

-Hay unas monedas en las que aparece Sedeisken y se atribuye que esa ciudad estuviera en el Cabezo de Alcalá, en Azaila, pero no hay pruebas y muchos arqueólogos lo cuestionan.

-Dice que no le gusta la etiqueta de feria, pero ¿en qué consiste Sedeisken?

-Es una jornada de divulgación, una jornada íbera, por un lado está la comida popular, el mercado, que intentamos que tenga cierto rigor o por lo menos que no haya cosas modernas y luego está la parte técnica que es la charla, los grupos de recreación. Mantenemos un equilibrio entre esas dos cosas.

-Las recreaciones históricas están de moda pero ustedes no se centran en el medievo sino en los íberos. ¿Esta singularidad hace que cuenten con un público distinto?

-Vienen principalmente descendientes del pueblo por el tema lúdico porque ya conocen el Cabezo. Un porcentaje de gente de otras comunidades acuden por el tema divulgativo, les interesa el tema íbero y aprovechan para visitar Azaila. Parte del público sí son personas interesadas en recreaciones históricas.

-¿Hay colaboración vecinal en Azaila para sacar esta celebración adelante?

-A nivel técnico y organizativo estamos dos personas, Eva Gil y yo. Luego hay un grupo que es el que más participa dentro de la asociación, viene a las reuniones y colabora en el montaje. También hay otro grupo encargado de la parte física, del montaje de las carpas, colaboran bastante. Sí que es verdad que desde la primera edición la gente del pueblo se ha volcado  y aunque solo sea por curiosidad hemos conseguido alargar la actividad en Azaila hasta septiembre. De ser una población censada de menos de 100 habitantes ese día hay 2.000 o 3.000 personas.

-¿Se visten de íberos?

-Sí, la mayor parte de la gente se viste, pero cada vez menos. 

-¿Las fiestas son una buena forma de dar a conocer el pasado a vecinos y visitantes?

-El objetivo desde el principio de esta jornada es dar valor al yacimiento, al cabezo y dar a conocer el pasado íbero. Es muy importante que, además de pasarlo bien, comer y bailar, la gente venga al campamento de recreación, a la fragua, conozcan los objetos que usaban... Por eso hacerlo con rigor histórico es fundamental.

-¿Qué es lo que más sorprende a los visitantes?

-Este año nos estamos volcando con el campamento de recreación y les sorprende que los modos de vida son muy similares a los del medio rural turolense de principios del siglo XX, las azadas similares a las de nuestros abuelos... También que un pueblo tan pequeño ese día esté que no se pueda ni aparcar.

-Son muchos los pueblos, al menos en la provincia de Teruel, que sacan partido a su historia con la organización de fiestas. ¿Es una moda pasajera?

-Cuando nosotros empezamos hace 15 años el único pueblo que hacía una recreación de la antigüedad era Mara, tanto ellos como nosotros seguimos, pero es verdad que lleva mucho desgaste. Creo que al final quedarán o quedaremos pocos, porque lo cierto es que el público se cansa, en todos los pueblos hay mercado medieval, incluso dentro del mundo de la antigüedad hay cada vez más cosas y no creo que el público dé para tanto.

-Entre las acciones que hace con su empresa, Vida Primitiva, están los talleres de sílex. ¿Qué tipo de gente acude a ellos?

-Gente aficionada a la prehistoria y profesionales de la didáctica, con mucho interés por la prehistoria y por aprender. 

-De todas las actividades que hay en Sedeisken, ¿cuál recomendaría?

-Recomiendo estar, aunque la charla de Guillermo Fatás sobre arqueología en el Cabezo de Alcalá, que fue de los primeros yacimientos que se excavaron en España hace 150 años, será interesante. También estará bien la intervención de los grupos de recreación  Athenea Prómakhos o Ibercalafell, que es el más antiguo de recreación en España sobre cultura íbera. Toda la jornada se hace con mucho rigor, en la fragua que yo monto todos los elementos están basados en los hallazgos arqueológicos.