Nuevos pasos para acometer la restauración de la iglesia de San Miguel, que tiene problemas estructurales

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Teruel ha aprobado el expediente de contratación de las obras de las fases 0 y 1 del Plan Director de la iglesia de San Miguel, lo que permitirá sacar a licitación los primeros trabajos en el templo, que tiene problemas de estructura, y que en el futuro se quiere dedicar a diversos usos culturales y sociales.

Este inmueble, que pasó a manos municipales hace casi dos décadas, podrá consolidarse gracias a una aportación del Ministerio de Fomento, con cargo al 1,5% Cultural, un fondo que se ha utilizado en otras actuaciones cercanas a este inmueble como la  rehabilitación de la muralla en el tramo entre la plaza de San Miguel y la torre de la Bombardera.

Este templo barroco está cerrado al público desde hace medio siglo y será consolidado gracias a la colaboración interinstitucional. Fomento aportará así el 70% de la inversión, 858.277,65 euros de una actuación cuyo presupuesto total asciende a 1.226.110,93 euros, para desarrollar las fases 0 y 1 del Plan Director que establece las actuaciones dirigidas al uso de esta iglesia como espacio cultural polivalente.

La redacción del proyecto de estas fases iniciales fue adjudicada a la mercantil Aguerri Arquitectos SLP, la misma sociedad que redactó previamente el Plan Director. 

La fase 0 correspondería a los trabajos previos y preventivos, mientras que la fase 1 se centra en la consolidación de la estructura.

Según el proyecto, los dos criterios generales de consolidación estructural que se han tenido en cuenta se basan primero en que como las deformaciones del edificio son irrecuperables los trabajos deben tender a la fosilización pero recuperando un equilibrio acorde con el uso proyectado. El segundo principio consiste en no aplicar técnicas irreversibles en la intervención para mantener el sistema estructural propio e histórico como un valor más de su arquitectura.

Las actuaciones concretas consistirán en la consolidación estructural de la cimentación del edificio, el saneamiento del subsuelo -que ya fue excavado arqueológicamente-, la consolidación o sustitución de fábricas de cantería, la restauración de cornisas, aleros y remates, la impermeabilización de cubiertas y evacuación de aguas, la limpieza y restauración de las fachadas exteriores así como de los acabados interiores del pórtico, la recolocación del antiguo pavimento, el saneado de las humedades de la portada, la instalación de un sistema antiaves y la restauración de la portada: piedra, mortero, yesos y policromías y la Anunciación de alabastro del frontón exterior. 

La sustitución integral de la cubierta por una nueva de madera laminada es una de las principales actuaciones previstas. Se prevé la conservación de los tirantes de madera transversales de las actuales cerchas centrales. Al mantener diferentes estructuras de madera se realizarán análisis de xilófagos para llevar a cabo los tratamientos de erradicación. Se conservará la teja árabe del exterior. La cubierta de la cúpula se recuperará siguiendo la prescripción de Patrimonio, que planteaba que se resolviera siguiendo la geometría existente antes de la intervención de la década de  1940 llevada a cabo por Regiones Devastadas, que fue cuando se levantó el actual campanario, que sustituyó al anterior, de época barroca.

Las bóvedas serán sometidas a una consolidación basada en el tratamiento y cosido de las grietas y un encamisado de yeso que recuperará su resistencia y la pérdida de material por desgaste o infiltraciones de agua.

El proyecto ha previsto unas pasarelas metálicas que permitirán la movilidad por la nueva planta técnica planteada para no tener que pisar la parte más inclinada de las bóvedas. 

Además, parte del edificio de las escuelas, anexo a la iglesia y que data de 1940, construido sobre edificaciones anteriores, se integrará en este proyecto con los trabajos de recalce, consolidación de muros, elevación hasta la cota de alero y construcción de nuevos forjados.