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Concluye el desmontaje del puente de Santolea sin fecha para su reubicación Concluye el desmontaje del puente de Santolea sin fecha para su reubicación
Vista panorámica de las obras de ampliación del embalse de Santolea, en Castellote, en la zona donde apareció el puente gótico-renacentista bajo las aguas

Concluye el desmontaje del puente de Santolea sin fecha para su reubicación

Los trabajos para desmantelar la parte baja de los estribos se harán durante los próximos días
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Cruz Aguilar

El desmontaje de los estribos del puente de Castellote, que se encontraba inmerso bajo las aguas del pantano de Santolea, concluirá, si el tiempo lo permite, esta misma semana. Con el desmantelamiento de los fundamentos termina esta primera fase para la recuperación del puente que, previsiblemente, se montará en un lugar cercano aunque, de momento, no hay fecha para ello.

Los trabajos para desarmar la infraestructura comenzaron a finales de abril y las piedras se retiraron una a una. Los operarios las marcaron y colocaron en palés con el fin de proceder a su montaje más adelante. Los trabajos se prolongaron durante varias semanas y sirvieron para desmantelar el pretil, la calzada y la parte de los estribos que no estaba anegada por el agua. Sin embargo, no fue posible recuperar los fundamentos, que se encontraban sumergidos bajo el lodo que dejó el vaciado del embalse.

Durante estos meses se ha construido una ataguía para derivar el agua hacia otra zona y desecar el espacio que rodea a los estribos, pero no se ha podido eliminar del todo, por lo que las labores se han complicado y ha sido necesario bombear el agua. Así, aunque se construyó un parapeto de tierra, parte del agua se acabó filtrando.

La directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, explicó que las obras se paralizaron por la necesidad de desviar el agua para poder recuperar “las piedras de los estribos, que estaban bajo el lodo”. La responsable concretó que los sillares están todos “desmontados, paletizados y siglados” y apuntó que se van a cubrir con una lona para evitar las inclemencias del frío durante este invierno. 

Algunos vecinos de la zona destacaron la importancia de proteger las piedras puesto que en varios de los palés se han detectado muestras de vandalismo, con plásticos desaparecidos y algunas piedras caídas y desmontadas. Las piezas están colocadas están en una explanada en la presa del puente, situada en una zona más alta que el lugar donde se hallaron los restos.

Menjón manifestó que hay diversas opciones para el montaje del puente y reconoció que “una es bastante buena”. La directora de Patrimonio no especificó cual, pero el lugar que plantean los vecinos de la zona está situado muy cerca del emplazamiento antiguo, en el barranco de Dos Torres de Mercader. De todas formas la directora general de Patrimonio recalcó que no es nada sencillo porque, además de preservarlo y convertirlo en un revulsivo turístico, se pretende que mantenga su funcionalidad y pueda seguir utilizándose como puente que comunique. Para ello hay que volverlo a montar en un lugar en el que orográficamente encaje.

La empresa que se ha ocupado del desmontaje es la UTE (Unión Temporal de Empresas) Santolea, que es la que está llevando a cabo la construcción de la nueva pese.

Apareció bajo las aguas

Las obras de decrecimiento de Santolea requerían el vaciado del embalse y, al llevarlo a cabo, aparecieron los restos de un puente que los expertos califican como uno de los mejores de los que hay en la provincia de Teruel. Aunque en el proyecto inicial se desconocía su existencia y no estaba proyectado su desmontaje, la presión de los vecinos, que llevaron a cabo incluso una recogida de firmas, propició que desde el Gobierno de Aragón plantearan la recuperación del mismo. 

En principio se creyó que se trataba de un puente medieval por su factura y debido a las marcas de cantero que aparecen en numerosos sillares, pero el ingeniero de Caminos y experto en puentes Manuel Durán, especificó que se trata de una construcción de técnica renacentista y precisó que el maestro que lo proyectó empleó una técnica que en Castilla se usó en el siglo XVI, pero en Aragón, debido a su proximidad al Mediterráneo, pudo utilizarse antes, entre los siglos XIV o XV. Las últimas valoraciones de los técnicos precisan que el puente es de estilo gótico-renacentista.