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Javier Alquézar, director del Celan: “Tengo claro que no se puede entender la historia local sin conocer la universal” Javier Alquézar, director del Celan: “Tengo claro que no se puede entender la historia local sin conocer la universal”
Javier Alquézar, director del Centro de Estudios Locales de Andorra

Javier Alquézar, director del Celan: “Tengo claro que no se puede entender la historia local sin conocer la universal”

El Centro de Estudios Locales de Andorra cumple 20 años con la convicción de seguir haciendo divulgación de calidad, rigurosa y plural
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Javier Alquézar Penón es miembro fundador del Centro de Estudios Locales de Andorra y director de una institución que, a lo largo de los veinte años de existencia que acaba de celebrar, se ha ganado la reputación de solvente, riguroso y plural en todo Aragón. Edita cuatro revistas con periodicidad anual y monográficos de calado sobre historia local y también universal; tiene producción audiovisual y musical y colabora en numerosas iniciativas culturales que tienen lugar en la Comarca Andorra-Sierra de Arcos.

-¿Con qué objetivo surgió el Celan en 1999?

-En aquel momento había una serie de personas, la mayor parte profesores del Instituto de Andorra, que organizábamos jornadas culturales y actividades. Lo que hicimos fue asociarnos para darle mayor continuidad y solidez al proyecto. Queríamos atender las necesidades culturales populares más allá de la historia más oficial que existía, que era más bien poca. Había un déficit de formación intelectual y cultural en general, y sabíamos que eso no se atendería si no era desde un centro de estudios. Por eso muchas de las acciones que hacemos son divulgativas, aprovechando aniversarios y conmemoración como excusa para hacer divulgación.

-¿La directiva del Celan tiene asegurado el relevo entre los jóvenes andorranos?

-Pues contamos con la colaboración de muchos jóvenes, pero no sé si están demasiado vinculados al esfuerzo diario que supone mantener una estructura como la nuestra. La verdad es que hay cierta preocupación porque veo difícil que desde el pueblo surja un relevo a la vieja guardia, que seguimos siendo la gente que veníamos del Instituto. 

-¿De quién dependen?

-El Celan no se crea a partir de una institución, y buscamos apoyos solo después de haberla formado. Sí que es verdad que desde su creación quisimos que el Celan se vinculara a las entidades locales, y así en nuestro consejo están siempre representados con voz y voto el concejal del Ayuntamiento, el consejero de la Comarca y el director del IES Pablo Serrano. Económicamente nuestro presupuesto depende de los 20 euros anuales que pagan nuestros 200 socios y de unos 7.500 euros, si no me falla la memoria, del Ayuntamiento. El resto de instituciones u organismos con los que colaboramos nos financian pagando los gastos de las publicaciones. Pero prefiero ese tipo de colaboración que si nos dieran un dinero a principio de año y ya está. Esto significa trabajar más en simbiosis.

-¿Eso les pasa factura? ¿Las administraciones interfieren en su actividad cultural?

-No. Salvo el homenaje que el Ayuntamiento de Andorra pidió que hiciéramos al Pastor de Andorra en 2000 en nuestro primer encargo, y que fue un auténtico placer para nosotros, nunca ha habido ningún tipo de interferencia. Y todas las propuestas que hemos lanzado siempre han sido bien recibidas, con todas las administraciones. La verdad es que siempre hemos estado al margen del partido en el gobierno en cada momento, y aunque sabemos que no todo puede gustar a todo el mundo, nunca nadie nos ha dicho "haced esto", o "esto no lo hagáis".

-Eso les ha granjeado una gran reputación...

-Sí, aunque nunca me he cortado en decir que tenemos más prestigio fuera que dentro. Y no es que no lo tengamos en Andorra, pero de algún modo al final acabábamos haciéndolo todo nosotros y no había mucha implicación del resto del pueblo. Afortunadamente eso está cambiando, y en los últimos tiempos ya hemos hecho cosas a propuesta de otras asociaciones locales como la Banda de Música, la Cofradía del Tambor y el Bombo o la Agrupación Laudística. 

-¿Qué tal es la respuesta a los ciclos que organizan?

-Buena. Es verdad que hace años venían más de cien personas a nuestros ciclos de conferencias o de cine, y ahora vienen unas cuarenta. Pero seguimos  haciendo dos al año. Eso me parece más importante que tener una supersemana cultural y que todo el mundo vaya, pero solo en ese momento, por compromiso. 

-Llama mucho la atención que se dedican a temas andorranos pero también universales, como las guerras mundiales, la escuela Bauhaus, las migraciones forzosas...

-Siempre tuvimos claro que, siendo un centro de estudios locales, teníamos que ir más allá. No se puede entender la historia local sin conocer la universal.

-¿Cuentan con personal remunerado?

-No. Es imposible porque supondría un dineral que no podemos asumir. En realidad hacemos muchas cosas por encima de nuestras posibilidades, trabajando por amor al arte, buscando cofinanciación o editando contenidos digitales en lugar de en papel. 

-¿Qué publicación del Celan ha sido más especial para usted?

-Aparte de la revista Andorra, que es la que nos da sentido, es imposible decirlo, porque lo han sido todas. La respuesta fácil quizá sería la exposición Andorra siglo XX, porque fue la primera y porque aprendimos a hacer las cosas, o quizá la exposición sobre el maquis por el tema sentimental, porque  hubo familias que habían vivido aquello, o los libros sobre la segunda guerra mundial trabajando con el IES Pablo Serrano, el Mayo de 68, que fue muy importante, las cosas que se han hecho con gente de Andorra, como el libro sobre las minas... Todas han sido especiales.