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Los empleos en las subcontratas de la central de Andorra se reducen de 300 a 120 en un año Los empleos en las subcontratas de la central de Andorra se reducen de 300 a 120 en un año
Asamblea convocada por los trabajadores de las subcontratas y los sindicatos. M. N.

Los empleos en las subcontratas de la central de Andorra se reducen de 300 a 120 en un año

Los trabajadores piden que los planes tengan en cuenta a todos los afectados
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Los trabajadores de las subcontratas de la central térmica de Andorra quieren que los planes de transición justa tengan en cuenta también a los empleados que se han “quedado en la cuneta” en el último año y no solo a los 120 que hay actualmente en las empresas auxiliares, pues cuando Endesa confirmó el cierre de la planta eran 300 más los 160 de la empresa matriz. 

Así lo aseguraron algunos portavoces de los trabajadores más vulnerables y sindicalistas en una rueda de prensa previa a la asamblea ciudadana que tuvo lugar en la casa de cultura de Andorra ante unas 50 personas interesadas en participar en la manifestación del próximo sábado en Zaragoza. 

“Había 300 trabajadores de contratas hace un año y ahora solo quedan 120”. Por falta de trabajo se han ido chóferes, operarios del tren de carbón importado, gente de carboneo y de laboratorio, entre otros, explicó Pedro Miñana, empleado de Maessa, la contrata de mantenimiento de Endesa que cuando ésta anunció el cierre contaba con 76 operarios y ahora apenas con 40, según aseguró este trabajador. 

“Pedimos que la fotografía de cara a los planes también tenga en cuenta a los que ha se han quedado en la cuneta”, exigió Darío Sanz, de la Unión Comarcal de CCOO, quien aseguró que la presión de los trabajadores desde la manifestación del 11 de enero ha logrado “paralizar EREs y despidos”. 

“Había en marcha un movimiento de adelgazamiento de plantilla” con bajas voluntarias, denunció, “pero cuando los trabajadores se informaron de lo que les podía suponer se paralizaron”, explicó el sindicalista. 

En estos momentos, aportó Miñana, Maessa está creando un “equipo de intervención rápida” con el que dar flexibilidad a sus centros de trabajo. Si en la térmica no hay operaciones suficientes, los envían a Escatrón o a Zaragoza, con unas condiciones no demasiado buenas, según denunciaron. “El bocadillo se lo comen en un barracón y sin ducha, cuando estamos hablando de fundiciones”, dijo Miñana. 

Manifestación el sábado 29

La asamblea tenía como objetivo alentar a los andorranos a participar en la manifestación del próximo sábado en Andorra, con salida a las 11 horas desde la plaza de Aragón para llegar poco después a la plaza del Pilar, donde se representará el “Entierro de la Transición Justa” ante la Delegación del Gobierno en Aragón. 

Lo harán para que el Convenio de Transición Justa, que arrancará este jueves con una reunión  multitudinaria en Andorra promovida por el Ministerio para la Transición Justa, “cuente con los trabajadores”, dijo José Alberto López, si bien “esto se tenía que haber hecho hace un año”, pues “la gente ya cierra negocios y recibe ofertas de trabajo de Zaragoza”, cuando lo que quiere es “trabajar y vivir aquí”. 

Sanz aseguró que el Gobierno de Aragón no confía en que en los próximos dos años se asiente ningún proyecto empresarial en Andorra, por lo que “a corto plazo el único balón de oxígeno es que se firmen esos convenios para la adjudicación de los megavatios” de evacuación que dejará libres la térmica con el cierre. 

En este sentido, exigió que los empleos que supondrán el montaje de los parques de renovables y el desmantelamiento de la central térmica se asignen “a los trabajadores que viven en Andorra” y comarca, porque “es lo que se han ganado y muchas veces no en las mejores condiciones”. 

En este sentido, dijo que los gobiernos de España y Aragón, así como Endesa, “se tienen que comprometer con la formación y el empleo” a través de “un calendario” y “unas condiciones laborales dignas”. 

El problema está en la agenda

Sanz se congratuló de haber “puesto en la agenda” política que la térmica va a cerrar sin demasiadas alternativas en el horizonte, por lo que instó a ambos gobiernos a “pasar de las musas al teatro”, al tiempo que lamentó que hasta 2021 no se vaya a aprobar el Fondo de Transición Justa de la Unión Europea, que según sus cálculos no sería de aplicación hasta 2022.