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Los empresarios piden al Gobierno que inyecte liquidez para salir de una crisis que en Teruel se agravará más Los empresarios piden al Gobierno que inyecte liquidez para salir de una crisis que en Teruel se agravará más
Los turolenses aplauden a sanitarios y trabajadores. Bykofoto/A.G.

Los empresarios piden al Gobierno que inyecte liquidez para salir de una crisis que en Teruel se agravará más

El cierre del comercio y la falta de actividad hacen que la provincia alcance 6.022 parados
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El aplauso que desde el 14 de marzo a las ocho de la tarde dan los turolenses a los sanitarios y trabajadores que cada día salen a la calle para que otros se puedan quedar en casa, durante el estado de alarma provocado por la crisis sanitaria del coronavirus, es la cara de una moneda en cuyo reverso se encuentra los cientos de turolenses que han entrado a  formar parte de las listas del paro. Nada hacía presagiar a principios de marzo, cuando se dieron a conocer los datos de febrero y reflejaban un descenso del 5% con respecto al mes anterior, que 30 días después habría incrementado un 7,73% hasta superar los 6.000 desempleados según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, que además no recogen los incluidos en los ERTEs, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo.

En  total 6.022 personas están en situación de parados en la provincia de Teruel, de los que más de la mitad son mujeres, en concreto, 3.369, frente a los 2.653 hombres. Con respecto al mes de febrero, suponen 432 personas más y con respecto al mismo mes del año anterior son 573, un 10,52% más.

El cierre de los establecimientos no considerados esenciales y la imposibilidad de contratar personal porque no hay actividad ha conllevado que el sector Servicios, mayoritario en la provincia, sea el más castigado. En marzo se incrementó el paro en 264 personas más hasta alcanzar los 3.933. Le sigue por incremento la construcción que con 514 parados, ha crecido en 80, y la Industria que aumenta hasta 803, 62 más que en febrero. La Agricultura ha alcanzado los 364 parados, lo que supone 18 más que en el mes anterior. El colectivo sin empleo anterior ha pasado de 400 a 408 inscritos.

El número de contratos firmados era de 3.059, lo que supone un 30,7% menos que en febrero y un 27,39% menos que en marzo de 2019. La reducción se producido sobre todo en contratos temporales. 

Los 2.609 de marzo supusieron casi un 34% menos que un mes antes y un 30,7% menos que en marzo de 2019. 

En los contratos indefinidos, se pasó de 472 en febrero a 450 en marzo, que supusieron 5 más que un año antes.

En el total de acumulados, había 10.902 contratos en la provincia en marzo, de los que un 87,51% eran temporales y 12,49% indefinidos.

Afiliación

La afiliación a la Seguridad Social en marzo se situó en 54.510 adscritos, 108 menos que un mes antes, lo que supone un descenso del 0,20%. La variación anual fue positiva ya que supone 19 inscritos más. Según este registro, el número de autónomos se situó en marzo en 13.151.

CEOE-Teruel pide liquidez

Empresarios y sindicatos en la provincia tildan estos datos de preocupantes pero advierten que en abril serán peores y aunque apunta que la crisis sanitaria ha golpeado a todos por igual y a la vez, las históricas carencias de la provincia harán que a este territorio le cueste salir de una situación que era imprevisible e inesperado para todos.

Paco Ibáñez, miembro del comité ejecutivo de CEOE Teruel, apuntó que a pesar de que los datos son muy malos todavía creían que iban a ser peores, pero esta contención en los primeros datos conocidos tras declararse el estado de alarma suponen que lo malo está por venir y se verán reflejados el siguiente mes.

Desde CEOE Teruel creemos que los datos están dentro de lo esperado, pensábamos que iban a ser peor dijo y destacó que todavía  no se han contabilizado los ERTEs, por las dificultades que está habiendo para acceder a las prestaciones.

Los empresarios pidieron al Gobierno medidas para proporcionar liquidez y mantener el empleo y contribuir así a que no ocurra como pasó en la crisis económica de 2008, cuando se produjo falta de liquidez y de solvencia además de morosidad. La empresa pequeña va a sufrir muchísimo y por eso hace falta que se inyecte liquidez, afirmó. 

A diferencia de aquella crisis, que a esta provincia llegó más tarde, ahora ha irrumpido en todos los sitos por igual pero en Teruel se va a notar más porque tenemos otros problemas.

En este sentido, lamentó el varapalo que va a sufrir el turismo, porque cuando se levante el confinamiento costará ganar confianza para desplazarse a otros sitios y por las consecuencias económicas que va a acarrear para las familias.

Ibáñez advirtió también del peligro que conlleva aplazar en el tiempo las decisiones. 

Las empresas no están teniendo ingresos porque están cerradas o porque la producción y venta han bajado en las que permanecen abiertas. Incluso las panaderías están bajando las rentas, apuntó.

Recordó que es el tejido empresarial  el que tira de todo esto, por lo que hay que agradecer el esfuerzo que se está haciendo por parte de las empresas. Y sin embargo, desde el Gobierno, se están dando plazos cortos para hacer los trámites y solicitar ayudas o adherirse a medidas. Por eso pidió a la Administración,  más coordinación y que escuchen a los profesionales y a los empresarios, para poder salir todos juntos de esta situación.

Los sindicatos en la provincia piden al Gobierno “diálogo social” y medidas

La secretaria general de CCOO en Teruel, Pilar Buj, reconoció ayer que la sociedad no estaba preparada para una crisis de estas características “sin precedentes”. “Nuestra prioridad ahora es combatir la crisis sanitaria pero hay que tomar las medidas necesarias para hacer frente a este impacto económico”, consideró. Sobre los datos de Teruel llamó la atención sobre el periodo de la semana Santa, porque no va a haber contrataciones para esta época. 

Apuntó que proteger a los trabajadores de los ERTEs es “una prioridad” y pidió al Gobierno que redoble los mecanismos de control para poder retomar la actividad de las empresas tras el final del confinamiento. Consideró además muy necesario el “diálogo social”, para poder afrontar todos juntos esta crisis.

Por su parte, el secretario general de UGT en la provincia, Alejo Galve, mostró su preocupación por  el incremento en el número de parados porque todavía no se contabilizan los ERTEs. Hay además menos afiliaciones a la Seguridad Social "y no sabemos que puede pasar con muchas empresas cuando acabe esto". Por eso pidió al Gobierno que ponga medidas porque si se alarga esta situación va a haber muchas pequeñas empresas en la provincia a las que les va a costar mucho levantar de nuevo la persiana.

Galve llamó la atención sobre el trabajo que están haciendo los sanitarios en hospitales y residencias de la provincia, porque “están demostrando que son grandes profesionales”.