

Las comunidades de vecinos, sin recursos para abrir piscinas
Los administradores ven difícil aplicar la normativaEl Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas considera que las comunidades de propietarios no disponen de los recursos o herramientas para cumplir con las obligaciones impuestas para la apertura de las piscinas en la fase 2 de la desescalada.
Los administradores de fincas colegiados recuerdan al Ministerio de Sanidad que la Oden para la aplicación de la fase 2 del plan para la desescalada “no resuelve las cuestiones pendientes” que le ha ido exponiendo en varias comunicaciones al presidente del Gobierno y a los responsables de los ministerios competentes en estas materias.
En la orden se establecen, entre otras cuestiones, que el aforo máximo permitido será del 30%. Los administradores aducen que la mayoría de las comunidades de vecinos no disponen de ningún sistema de control del aforo. “No hay personal responsable a cargo de la instalación que pueda controlar o limitar el acceso de los propietarios y, en los casos que disponen de socorriste, su competencia se limita al control del vaso de la piscina”, explican.
De la misma manera, se estipula que para acudir a la piscina se debe obtener cita previa y que se organizarán horarios por turnos, fuera de los cuales no se podrá permanecer en la instalación. En opinión de los administradores de fincas, “no es posible gestionar citas previas sin personal, o al menos un teléfono, y la inmensa mayoría de las comunidades de vecinos carecen de ambos recursos”.
Explican que la competencia para regular es de la junta general de propietarios. En este sentido, indican que “al margen de la enorme controversia que supondría tratar de alcanzar un acuerdo para el establecimiento de turnos, hay que recordar que todavía no están autorizadas las reuniones de las comunidades de propietarios, lo que impide esta regulación”.
La orden también indica que en las zonas de estancia de los usuarios se debe establecer una distribución espacial para garantizar la distancia de seguridad de al menos dos metros entre los usuarios mediante señales en el suelo limitando los espacios. Desde el consejo general precisan que, si se marcan áreas de uso reservado para cada persona y además hay que reservar espacio para el acceso y el paso a los mismos y al vaso de la piscina y los vestuarios, el espacio disponible se reduce de tal forma que el aforo real puede ser muy inferior al obligatorio, “lo que disparará los costes del servicio en proporción al número de usuarios. “Tampoco se dispone de un recurso para controlar que los usuarios respetan sus respectivas zonas de estancia”, añaden.
El presidente del CGCAFE, Salvador Díez, recordó que para facilitar la adopción de acuerdos han vuelto a proponer al Gobierno que se regule la posibilidad de celebrar juntas virtuales, facilitando la flexibilización de los requisitos para la toma de decisiones; el aumento de los plazos para la celebración de las reuniones y que se confirmen a los propietarios que actualmente ocupan cargos.
De esta forma, sostuvo, se resolverían muchos de los problemas actuales tanto para la apertura de las piscinas como para el resto de los problemas planteados en las distintas fases de desescalada.