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La autopsia confirma que el hombre accidentado en Valacloche murió 
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de un infarto
En una de las laderas del castillo de Valacloche fue donde se encontró el cuerpo sin vida de J.L.V., que murió de un infarto

La autopsia confirma que el hombre accidentado en Valacloche murió de un infarto

El informe determina que no falleció al despeñarse
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El hombre accidentado el pasado 15 de mayo en Valacloche murió por un infarto y no por la caída a un barranco que da acceso al castillo de la localidad. La autopsia realizada así lo determina que el hombre falleció por un infarto. 

La alcaldesa de Valacloche, Maria del Carmen Rabanete, informó de que la muerte del vecino, cuyas iniciales son J.L.V. y de 60 años, murió por un infarto y no por golpearse en la caída según revela la autopsia que se hizo. 

En una nota informativa se recogía que el hombre fallecido en Valacloche el pasado 14 de mayo sufrió una caída por el barranco que da acceso al castillo de la localidad.

A las 22.50 horas del día 14 de mayo, bomberos de la Diputación Provincial del Parque de Teruel recibieron un aviso desde el 112 alertando de que una persona se había precipitado por el citado barranco. Seis efectivos se desplazaron hasta el lugar y, guiados por un vecino y junto a los servicios sanitarios, ascendieron por el sendero buscando a la persona accidentada a la que encontraron en una ladera junto al camino. Después, establecieron un sistema de cuerdas para poder bajar a los servicios sanitarios hasta el lugar en el que se encontraba la persona accidentada, pero solo pudieron certificar el fallecimiento del hombre.

La alcaldesa de Valacloche señaló que J.L.V. murió de un infarto fulminante y que desde un principio se vio que el fallecido no presentaba golpes  y que estaba a 10 metros del camino. El fallecido muy aficionado a la montaña y cazador había salido de su casa a buscar caracoles después de la lluvia que había caído. Ante la tardanza en volver a casa y la hora que era, 21,30.  la mujer del fallecido dio el aviso activándose la búsqueda. 

J.L.V. se encontraba de baja laboral de su empresa en Vall de Uxó, Castellón, y el confinamiento le cogió en su pueblo, Valacloche.