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Los franceses detenidos en Ejulve estuvieron el domingo por Palomar de Arroyos Los franceses detenidos en Ejulve estuvieron el domingo por Palomar de Arroyos
La pareja, en el momento de ser identificada el sábado en Ejulve

Los franceses detenidos en Ejulve estuvieron el domingo por Palomar de Arroyos

Indignación entre los alcaldes de la contornada, que reclaman que al menos pasen la cuarentena
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La pareja de franceses que fue detenida el sábado por la mañana en Ejulve por cometer un robo con fuerza en el interior de un vehículo llegó a Palomar de Arroyos este domingo. Dada la situación de estado de alarma no se llegó a celebrar juicio rápido, aunque sí se abrieron diligencias. 

Ni el alcalde de Palomar,  Ramiro Beltrán, ni el de Ejulve, Ovidio Ortín, salen de su asombro, aparte de la “enorme indignación” que reconocen sentir por la falta de medidas adoptadas, en pleno estado de alarma por el coronavirus, contra estas dos personas que, durante la semana pasada cometieron varios intentos de robo en Ejulve. Primero en una casa de turismo rural y después a un trabajador forestal. A ambos les devolvieron los enseres que habían robado tras ser descubiertos. Finalmente, el último robo cometido -y por el que fueron detenidos- fue en el vehículo de un vecino del pueblo -sacaron la batería al coche y cortaron los cables- que había acudido a ayudarles para sacar el coche de la pareja del bancal en el que se había quedado atascado a principios de semana. 

El alcalde de Palomar, Ramiro Beltrán, avisó a la Guardia Civil el domingo por la noche, no porque conociera que la pareja había sido detenida -de eso se enteró el lunes por la mañana al leer DIARIO DE TERUEL- sino porque “les ví muy malas pintas”, dijo.

Según relató Mariona, la mujer que regenta el bar La Penúltima, “sobre las 22.30h de la noche se tomaron dos cervezas y una coca cola y estuvieron pidiéndole a todo el mundo (había unas seis o siete personas en el bar) que les llevaran hasta Berge, Molinos, Ejulve y Cuevas de Cañart, porque decían que tenían allí el coche estropeado”. 

Avisados por el alcalde, una pareja de la Guardia Civil les identificó en el bar. Horas después, otra vecina avisó a la Benemérita de que habían llamado al timbre de su casa. Según el alcalde, también llamaron a otra casa.

En torno a las 01.30 de la madrugada, un vecino que salía a la granja a dar de comer a los animales se los encontró y le volvieron a pedir ayuda para que les llevara en su coche a donde ellos querían.

Según relató Mariona, “llegaron a contar distintas versiones de cómo habían llegado al pueblo. Iban con una bicicleta, pero una vez decían que habían llegado caminando, otra que habían llegado en autobús... la cuestión es que se tomaron dos cervezas, una coca cola, se llevaron dos cafés y se tomaron una bolsa de patatas y luego se marcharon”. Ayer ya no se les vió en el pueblo.

El alcalde de Palomar explicó que “cuando ví el periódico el lunes por la mañana me dí cuenta de que eran los mismos”. Beltrán manifestó su malestar por que no se haya evitado que vuelvan por la zona: “no me parece normal que los suelten y anden a sus anchas por aquí”, enfatizó.

Muchísimo más enfadado se mostró el alcalde de Ejulve, que tildó de “vergüenza” que “anden por aquí tan campantes, no se les haya obligado a pasar una cuarentena, que es lo que debería hacerse con ellos, aparte de que lo normal es que se les repatríe a Francia”, espetó.

El coche de la pareja, que fue sacado del bancal en el que había quedado embarrado por los vecinos del pueblo, sigue en Ejulve, aparcado en el camino de la finca. Ayer, Ortín presentó sus quejas al teniente del cuartel de la Guardia Civil de Andorra y dijo que “no puedo discutir ni discuto lo que decida un juez, que sabe más que nosotros, pero lo mínimo en la situación en la que estamos es que se les obligue a pasar un confinamiento. No puede ser que ellos puedan hacer lo que les de la gana y el resto del mundo no”, declaró.

Los alcaldes de la contornada, a quienes Ortín comunicó lo sucedido, “están alucinando”, indicó, “porque nadie entiende como, con tres denuncias interpuestas en el cuartel de Alcorisa, una por robo con fuerza en vehículo interpuesta por el dueño del coche que intentó ayudarles; otra del Ayuntamiento, porque quemaron enseres de la comisión de fiestas, y la de la casa de turismo rural estén por aquí otra vez como si nada hubiera pasado”.