César Martín: “Me preocupa que la gente no pueda disfrutar de lo que hacemos”

El colocador canario César Martín ha sido de los primeros jugadores en renovar sus votos con el Club Voleibol Teruel y el primero en volver al trabajo. Desde el viernes el jugador está entrenando en solitario en la pista de Los Planos con los entrenadores del primer equipo Miguel Rivera y Maxi Torcello, a la espera de poder regresar a su casa a primeros de julio.
-La primera pregunta durante la crisis del coronavirus es obligada. ¿Cómo están usted y los suyos?
-Muy bien. Yo todavía estoy en Teruel por temas que no puedo  controlar. No he podido encontrar la manera de regresar a casa ... y casi mejor, porque ha salido la noticia de un pasajero que se metió en un avión con coronavirus. Pero bueno, tanto mi familia como yo estamos bien, aunque todavía estamos lejos.
-Usted todavía no ha abandonado Teruel desde que terminó de forma prematura la temporada pasada.
-Sí, desde el 15 de marzo. Todos mis compañeros se fueron a casa pero yo quise ser un poco más precavido por el tema de tener que viajar en avión y preferí aguantar hasta finales de mayo, pero hay cosas  no se pueden controlar, y los aviones  son una de ellas.
-La suya ha sido de las primeras renovaciones  en confirmarse de la plantilla del año pasado. ¿Cómo vive este momento en el que Miguel Rivera  ha vuelto a confiar en esta, su segunda etapa en el Club Voleibol Teruel?
-Yo estoy muy contento A mi familia siempre le digo que es un placer jugar en el mejor equipo de España. Que te quiera el mejor equipo de España siempre está bien. Estoy  muy contento y muy ilusionado por empezar el nuevo proyecto y con muchísimas ganas.
-A pesar de que todavía faltan muchos meses para que se reanude la competición, usted lleva entrenando con Miguel Rivera y Maxi Torcello desde el pasado viernes en Los Planos.
-Tanto Miguel como yo somos bastante  frikis en esto del voleibol ... quizás Miguel lo es todavía más que yo. Pero llevamos dos meses  estando en casa. Yo he estado solo y creemos que mientras podamos adelantar trabajo es positivo. Lo que estamos haciendo es adelantar trabajo y precisión  de cara a la próxima temporada es positivo. Somos deportistas  y lo que nos gusta es hacer deporte.
-Los entrenamientos son absolutamente personalizados ya que entrena usted solo con los dos técnicos del equipo.
-(Sonríe) ... sí, los entrenamientos son un poco limitados, pero al final, un colocador puede entrenar poniendo dos aros  y cuarenta balones. Con esos elementos, Miguel tiene muchísima imaginación como para hacer entrenamientos de más de una hora sin ningún problema.
-¿A qué se dedicó durante el tiempo de confinamiento, en su casa en Teruel?
-Otra de mis pasiones aparte del voleibol son los videojuegos, así que aproveché esa otra faceta mía para mejorar. También aproveché para mejorar un poco más en la cocina, porque soy un poquito vago y al tener más tiempo, porque durante el tiempo de los entrenamientos siempre daba un poco más de pereza,  ahora al tener más tiempo me dediqué a indagar un poco más. Y cuanto a lo demás, poca cosa, porque como no podía quedar con la gente y, además, la poca gente que conozco se había ido, realmente he estado solo y jugando al ordenador.
-¿A qué videojuegos juega?
-Al Counter Strike, sobre todo. Soy un gran fan y sigo la liga y todo. Ya te digo, es mi segunda pasión.
-En cuanto a sus nuevas dotes culinarias, ¿Qué cocina?
-Me propuse empezar con la típica  tortilla de patatas, pero todavía no me he atrevido. Por ahora estoy probando con las verduras, que era algo que me costaba mucho cocinarme. Me costaba cocinarlas pero no comerlas, porque cuando iba a un restaurante  sí las comía.
-La tortilla de patatas ¿Con o sin cebolla?
-Con cebolla, siempre.
-De cara a la próxima temporada ya cuenta con algunos de sus compañeros que ya han renovado otra temporada más con el CV Teruel, además de los que pueden llegar. ¿Cómo valora el equipo que se está construyendo?
-Cuantos más jugadores  firmen de la temporada pasada, mejor. Hace poco comentaba  comentaba con alguien que le gustaba el equipo no tanto por nuestro nivel sino porque éramos  como una familia, y yo creo que eso es muy importante en un equipo, que la gente note  que realmente nos apoyamos los unos a los otros. El año pasado yo estaba súper cómodo y fue el mejor grupo en el que he trabajado y creo que cuanta más gente renueve y siga con nosotros, mejor.
-Esa es una de las características de Miguel Rivera, su facilidad para generar sinergias de grupo.
-Más que Miguel, yo creo que es cosa de la entidad, el CV Teruel en general. Tú llegas a aquí y  empiezas a ver las cosas muy cómodas. No es como en otros clubes en los que quizás les cuesta más  cosas como pagar al día o los pisos en los que vivimos los jugadores. Aquí, conforme llegas te  reciben con una sonrisa, te dan todo el material y tú solo tienes que pensar en el vóley.
-¿Prevé que este año la Superliga sea más complicada todavía?
-Creo que el coronavirus ha perjudicado a muchos  clubes y a ha beneficiado a otros, porque al bajar el presupuesto de algunos clubes, otros como el Guaguas han podido apretar y el Guagas, por ejemplo, se ha llevado jugadores del Unicaja Almería que llevaban alí años com Almansa. Yo creo que la próxima temporada más que complicada, va a ser rara. Después del coronavirus todo va ser un poco raro.
-Incluso podría ser que se empezase la competición a puerta cerrada
-Mucha gente se olvida de esto es un deporte espectáculo, y que esto lo hacemos, sobre todo, por la gente. Esto es un show, más que otra cosa. Nosotros lo que queremos es que la gente disfrute de lo que hacemos. Yo estoy preocupado por que la gente no pueda disfrutar de lo que hacemos. Nosotros vamos a seguir entrenando y pudiendo hacer una vida relativamente normal.
-¿Qué diferencias ha notado en el CV Teruel entre esta y su primera andadura en Los Planos?
­-Mi primero paso fue un poco regular. Yo era muy joven. Además, siempre he sido una persona difícil y bastante impulsivo y me cuesta habituarme a las cosas.  En esta segunda oportunidad tanto el club como yo hemos sabido congeniar mejor. Cuando me llamó Miguel para volver a contar conmigo no tuve ninguna duda.