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Condenado a dos años de prisión por abusos sexuales a una menor de edad Condenado a dos años de prisión por abusos sexuales a una menor de edad
Sede de la audiencia Provincial de Teruel

Condenado a dos años de prisión por abusos sexuales a una menor de edad

Los hechos ocurrieron cuando la víctima, que conocía al agresor, tenía 14 años
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La Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a un hombre a dos años de prisión por un delito de abusos sexuales a una menor de 16 años, a la que hizo tocamientos y besó a la fuerza tras llevársela en un coche a una zona despoblada, cuando se había comprometido a llevarla a su casa. 

El acusado, P.M.G., ha sido condenado también a la medida de libertad vigilada durante cinco años, a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad, así como a la inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que suponga contacto con menores por un tiempo superior de tres años.

También se le prohíbe acercarse a la víctima a menos de 300 metros y comunicarse con ella durante cinco años. Igualmente, deberá indemnizar a la menor con 1.000 euros en concepto de responsabilidad civil. El tribunal también le ha impuesto las costas del juicio.

La sentencia no es firme al poder ser recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Durante la vista oral celebrada en la Audiencia, el abogado de la defensa pidió la libre absolución y, subsidiariamente, que se considerase como una tentativa del delito de abusos sexuales.

De acuerdo con los hechos probados que recoge la sentencia, que ha hecho pública el TSJA, el delito se cometió en el verano del año pasado en un pueblo de Teruel cuando la víctima tenía 14 años de edad.

La muchacha estaba de fiesta en una localidad y contactó con el acusado, P.M.C., de 28 años en la actualidad y conocido del entorno familiar de la menor, enviándole un mensaje de Whatsapp y preguntándole si podía llevarla a casa de su madre. Cuando fue a recogerla con su vehículo sobre la 1 de la madrugada, al llevarla en el coche empezó a tocarle el pelo y a decirle que era muy guapa, y en lugar de llevarla con su madre se dirigió a una zona descampada. 

La víctima, al ver lo que estaba pasando, empezó a enviar mensajes de móvil a un amigo, que contactó con la hermana de la menor para explicarle lo que ocurría. A su vez, la hermana llamó a la esposa del acusado pidiéndole que se pusiese en contacto con él.

En la zona descampada, el hombre comenzó a tocar y besar a la fuerza a la menor, además de abrazarla fuertemente y pedirle que se sentara sobre él porque si no se pondría él encima de ella. Fue entonces cuando recibió una llamada de su esposa, tras el requerimiento que había hecho a la misma la hermana, y abandonaron el lugar.

La sentencia condenatoria se apoya en el informe psicológico de la menor, según el cual el relato de la víctima es “creíble”. Según recoge la sentencia, el informe considera que “no hay razones para dudar de una posible falsedad del relato por la menor, ni tampoco presiones para haber efectuado la exposición de los hechos como lo hizo”.

Igualmente, se apoya en el testigo del amigo que recibió los mensajes de móvil, quien manifestó que los mismos reflejaban que “estaba asustada”. Además, se sustenta la sentencia en que la hermana declaró que cuando llegó a casa, la víctima “estaba muy preocupada y asustada”. El tribunal rechaza por otra parte la versión exculpatoria del acusado por sus contradicciones.