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Licitan la consolidación de los taludes en el acceso al embalse de Cueva Foradada Licitan la consolidación de los taludes en el acceso al embalse de Cueva Foradada
Obras en marcha para mejorar los accesos a los órganos de desagüe de la presa

Licitan la consolidación de los taludes en el acceso al embalse de Cueva Foradada

Quieren evitar desprendimientos que corten la carretera e interfieran en la explotación de la presa
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La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) acaba de sacar a licitación una obra para la estabilización de taludes en la carretera de acceso al embalse de Cueva Foradada (Oliete), donde en los últimos años se han registrado distintos desprendimientos tras algunos episodios de lluvias. El organismo de cuenca quiere evitar que se repita la caída de rocas y piedras en la zona, tal y como ocurrió tras los temporales de lluvias de los años 2015 y 2016, en los que la única carretera disponible para llegar al embalse quedó cortada y, en consecuencia, durante ese tiempo tampoco se pudo realizar la explotación de la presa.

Con un presupuesto de 248.000 euros, el organismo de cuenca propone una mejora de la seguridad de la carretera de acceso a la presa, que discurre por un congosto junto al río Martín, presenta una plataforma muy estrecha y se encuentra encajonada en gran parte del recorrido entre taludes de roca verticales y el propio río. El plazo para la ejecución de la obra son tres meses.

Un estudio realizado mediante drones en el año 2017 por parte de una empresa especializada en geología y geotecnia concluyó, tras tomar imágenes de alta resolución en el tramo más sensible, que existían dos zonas en las que se daban bajos coeficientes de estabilidad. En estos dos puntos más fracturados es en los que se intervendrá. Para ello, se propone el saneamiento inicial de estas dos zonas, la instalación de una red de malla de cables de alto límite elástico y anclada con barras de sujeción y el cosido de los bloques más inestables con bulones y hormigón proyectado

La consolidación de los taludes es necesaria para solucionar las patologías que la geología, el paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas han provocado en los taludes de los accesos. No en vano, en los últimos años, el tramo ha sufrido desprendimientos de gran importancia, especialmente los ocurridos en noviembre de 2015 y finales de 2016, cuando cayeron a la carretera de acceso varios metros cúbicos de materiales de roca, provocando el corte del camino de acceso e impidiendo al personal encargado de la explotación llegar hasta la presa.

La inestabilidad en este tramo ha llevado a la Confederación a plantear una mejora en la seguridad. No en vano, tal y como recoge el proyecto de reparación, los desprendimientos se producen sin previo aviso (no hay pequeñas caídas de roca anteriores) y suelen ser de una gran cantidad de material, lo que entraña un riesgo importante de accidente para cualquiera que circule por la zona. El corte de la carretera impide que se pueda acceder hasta la presa hasta la retirada del material, lo que interfiere en su explotación, incumpliendo así el artículo 22 del Reglamento Técnico de Seguridad en Presas y embalses.

La carretera no sólo es lugar de tránsito del personal que trabaja en el embalse, sino también de otras personas que acceden a sus fincas particulares o vecinos  que se aproximan a visitar la zona. Es por ello que el proyecto de mejora incluye también una mejora de la señalización.

Obras a realizar

El proyecto consiste en el saneamiento específico de dos zonas del talud que se encuentra junto a la carretera de acceso, en la instalación de una red de malla de cables de alto límite elástico, anclada con barras de sujeción, y en un cosido de los bloques más inestables con bulones y hormigón proyectado. 

En primer lugar, se llevará a cabo la preparación de los accesos de obra y el desbroce de la superficie del talud para facilitar el acceso de la maquinaria que debe intervenir. Se realizará una perforación en la pared rocosa para insertar bulones que permitan coser el talud a la roca matriz dotando a los bloques de mayor tamaño de más seguridad. Está prevista también la instalación de una red de cable en cuadrícula que garantice una mayor sujeción y una caída más controlada de las rocas de menor tamaño que puedan desprenderse. Finalmente, se proyectará hormigón y colocará un mallado electrosoldado para asegurar los bloques más inestables.

Un bloque de 10 metros de alto y 3,4 metros de profundidad

La definición de la actuación definitiva en las paredes rocosas se efectuó después de la realización de varios vuelos con drones efectuados a una altura de 20 y 10 metros y una velocidad constante de 4 metros por segundo. Este estudio determinó que el tamaño y el volumen del bloque caído podría tener una altura de 10 metros y una profundidad de 3,5 metros.

Los drones tomaron  fotografías de alta resolución de las paredes rocosas que están afectadas por los desprendimientos de rocas. 

Este estudio permitió definir dos zonas en el talud  con distintas discontinuidades que habrían sido las causantes de los deslizamientos de rocas y piedras. En este sentido, a través de estas fotografías se detectaron distintos tipos de inestabilidades sobre el talud, tanto deslizamientos planos como cuñas y vuelcos de material. 

La CHE ya ejecuta mejoras en los accesos a los desagües

La mejora de la carretera al embalse se ha licitado cuando ya están en marcha las obras de mejora del acceso a los órganos de desagüe en la presa, proyecto adjudicado por 112.782 euros a la empresa Damarim S.L., especializada en trabajos en altura.

Esta actuación consiste en la sustitución de la escalera de acceso a coronación y de la pasarela de acceso a los órganos de desagüe, así como en la renovación del pórtico de entrada a la caseta de maniobra. Además, está prevista la puesta en marcha de una pasarela para mejorar el tránsito en las estructura de explotación de la presa, en concreto para pasar en la zona de desagües de fondo de la presa a la margen izquierda del río, y así favorecer los trabajos de medición de caudales.

La complicada orografía en la que se encuentra la presa insertada, con la presencia de escaleras, pasarelas y otros elementos anclados a la piedra caliza, así como el entorno geológico hacen necesaria la intervención de una empresa especializada en trabajos de altura.

La presa de Cueva Foradada se construyó en el río Martín en el año 1926, si bien algunas de las actuales infraestructuras que conforman el conjunto fueron construidas incluso antes de esa fecha.