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Acuaes da un plazo de dos meses para presentar ofertas a la presa de Santolea Acuaes da un plazo de dos meses para presentar ofertas a la presa de Santolea
Cerrada de los estrechos del cañón donde se levantará la pared principal y se proyecta la construcción del camino de acceso

Acuaes da un plazo de dos meses para presentar ofertas a la presa de Santolea

La adjudicación definitiva tendrá que estar, según el pliego, antes del 1 de julio de 2018
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Las empresas que opten al contrato para la construcción de la nueva Presa del cañón en Santolea tendrán hasta el próximo 15 de enero para presentar sus ofertas. Son más de dos meses por delante para preparar la documentación de una obra complicada desde un punto de vista técnico, que ha acumulado problemas de tipo geológico y de cimentación desde que se adjudicó por primera vez en 2007 hasta que en 2014 el ministerio de Agricultura optó por abandonar el proyecto original -redactado en 1999- de recrecimiento de la pared principal y optar por levantar una nueva presa en los estrechos del embalse, a 500 metros aguas arriba de la actual presa de Santolea.

La sociedad estatal Aguas de la cuenca del Ebro (Acuaes) acaba de hacer públicas las condiciones para la adjudicación del contrato de estas obras, para el que exige la clasificación E2, esto es, la especialización en la construcción de obras hidráulicas, concretamente en presas, así como una solvencia económica de cinco millones de euros. Igualmente, la subcontratación máxima permitida para esta obra no podrá superar el 50% de la intervención.

Para que se produzca la adjudicación definitiva habrá que esperar. La complejidad del proyecto ha hecho que la sociedad estatal fije el último trámite del procedimiento administrativo -la apertura de los sobres con la oferta económica- en el mes de abril del año que viene. La oferta técnica de las licitantes se conocerá antes, el 30 de enero.

 

1 de julio

La Mesa de Contratación deberá evaluar las propuestas recibidas, formular una resolución de adjudicación provisional y dar otro plazo a las concurrentes para que presenten alegaciones en un periodo que no podrá exceder del uno de julio de 2018. En esa fecha, según el pliego de condiciones administrativas,  la empresa que haya resultado adjudicataria de manera definitiva deberá haber presentado el ‘Programa de Trabajos’ con el que planificará la ejecución de la obra.

Los regantes han solicitado que las obras no comiencen mientras dure la campaña de riegos, que termina en octubre, para no interferir en el periodo agrícola, ya que el plazo de ejecución de los trabajos, de 32 meses, supondrá que estén dos campañas consecutivas sin poder utilizar el agua del embalse principal, que tendrá que vaciarse hasta un caudal mínimo ecológico para poder llevar a cabo el levantamiento de la pared.

Según el pliego, las obras constarán de dos fases. La primera, de dos meses, corresponde a la redacción del Plan integrado y de gestión, que comprende la redacción de los planes de aseguramiento de la calidad, el plan de vigilancia ambiental y el plan de seguridad y salud. La segunda fase corresponde a la obra civil propiamente dicha ( 30 meses).

La presa se construirá en la cerrada más angosta del embalse de Santolea, en un estrechamiento que coincide con el emplazamiento de un puente de la antigua carretera que quedó en el fondo del embalse actual. Esta es una ubicación que ya fue considerada para la construcción de una presa a principios del siglo XX como alternativa a la que finalmente fue seleccionada y que se construyó (la actual). Por tanto, se realiza un reaprovechamiento de un entorno cuyo uso fue desechado en su día por las dificultades de acceso a cotas altas, y por la antigua costumbre de aprovechar las salidas de cañones o desfiladeros.

 

Presupuesto

Como ya informó este periódico días atrás, el precio final de licitación es de 27 millones de euros (32,67 con IVA). El proyecto quedó paralizado en 2014 con 23 millones que quedaron sin ejecutar, lo que significa que faltarían 9,67 millones para completar la financiación necesaria.  Según el presidente del Sindicato Central de la cuenca del Guadalope, José Fernando Murria, Acuaes dispone de “ocho millones de euros para 2018”. Este montante “será  suficiente, porque las obras comenzarán en el último trimestre del año”. En 2019, la dotación será de 11 millones “y el resto se tendrá que gastar en la tercera y última parte del plazo”, comentó Murria, esto es, a lo largo de 2020, hasta completar los 32 meses de plazo.

Lo que más preocupa a los regantes en este momento, con la situación de sequía que atraviesa la cuenta del Ebro, es cómo regarán en los dos años que duren las obras. La situación de los embalses de la cuenca del Guadalope no es extrema, pero sí preocupante. El embalse de Calanda acumula un 34% de agua, más o menos lo mismo que el actual embalse de Santolea. Aguas arriba de Calanda sólo la presa del Puente de Santolea está al máximo de su capacidad de almacenamiento en este momento, Mucho peor se encuentran los sistemas hídricos aguas abajo de Alcañiz. Caspe, por ejemplo, no llega al 28% de agua almacenada.

El presidente del Sindicato central auguró que los regantes tendrán que pasar por una situación “complicada” si en los próximos meses no llueve, aunque confió en que el agua almacenada en Santolea pueda ser derivada al embalse de Calanda, un embalse que la CHE evita llenar al máximo  por sus problemas de seguridad ante grandes avenidas de agua.

Ante ésto, el presidente de los regantes del Guadalope abogó por “perderle el miedo a las gotas frías”, algo “muy complicado”, terminó reconociendo, con un río como el Bergantes, que tiene crecidas espectaculares que provocan que en pocas horas lleguen miles de metros cúbicos de agua al embalse calandino.

Actualmente, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha licitado el estudio de alternativas para mejorar la seguridad de la presa de Calanda, entre las que se contemplan varias medidas como la ampliación de sus aliviaderos.