Como cada Navidad no puedo evitar hablar de los Reyes Magos. Esos seres mágicos que se presentaban una vez al año en nuestro pueblo y cumplían alguno de nuestros deseos. Los de mi generación no sufrimos el síndrome del niño hiperregalado, que ahora están causando sus Majestades en nuestros hijos. A mí y a la mayor parte de los que me rodeaban nos traían un juguete y algo para la escuela o ropa. Pero no de marca, ni siquiera de última moda, más bien alguna camiseta interior o calcetines, que siempre vienen bien. A veces nos dejaban lo que pedíamos y otras, pues no, pero no nos sentíamos frustrados porque aprovechábamos al máximo lo que ese año los Magos habían elegido para nosotros.
Podría enumerar, y supongo que muchos de los que están leyendo también, casi todos los regalos que recibí de los Reyes. En mi caso son buena parte de los juguetes que tuve, porque para el cumpleaños caía algo sencillo y normalmente útil. Releo lo que escribo y, visto así, negro sobre blanco, suena un poco triste, pero no lo fue. El día 6 nos juntábamos con los amigos y cada uno mostraba el regalo que le habían traído, que no solía coincidir con el de los demás, porque también hubiera sido casualidad que te trajeran un único regalo y fuera el mismo que el del vecino.
Ahora prácticamente todos los niños tienen los mismos juguetes, o al menos coinciden en buena parte de ellos, y reciben varios. A algunos se los trae ya Papá Noel para que así lo puedan aprovechar durante el resto de las vacaciones. Todos suelen llegar al cole con muchas cosas que contar, eso sí, la mayor parte de ellas de origen materialista.
En ocasiones los regalos que traen los Reyes a los niños son a petición de los padres y no son juguetes para disfrutar de un rato juntos, sino más bien juegos individuales para estar más tiempo libres de sus reclamaciones, poder cenar tranquilos en un restaurante o trabajar sin más ruido que el de los marcianos. Hacemos de los niños materialistas que se frustran si no logran todo lo que quieren. Los expertos dicen que más tiempo y menos cosas es lo que necesitan. ¿Podremos dárselo este 2018?