Cada año intentamos sacar en la revista de turismo de Diario de Teruel dos centenares de lugares de interés en la provincia. El objetivo es echar el anzuelo para que los turistas nos visiten y, una vez aquí, puedan recorrer varios lugares tomando como guía de viaje la publicación. Este año la hemos llamado Teruel, en esencia porque es eso lo que incluye, tras esa portada que es una puerta –fotografía tomada en Cuevas de Cañart por Juan Marqués–, una esencia de decenas de lugares que, en directo, dan mucho de sí.
Cuando nos ponemos a pensar en la revista lo hacemos con la idea de lograr sorprender también a la gente de Teruel. Sobre todo a los más viajeros. Es una buena guía para los propios habitantes de una provincia extensísima y desconocida para muchos. Hay zonas tan alejadas –más de 200 kilómetros de distancia entre unos pueblos y otros– que la mayor parte de los habitantes del Matarraña no conocen la Sierra de Albarracín y viceversa.
Si hiciéramos una encuesta sobre los lugares que se han visitando de los que se incluyen en la revista, la mayor parte de la gente no llegaría ni a la mitad, muchos ni al 20%, y eso que aunque hay espacios más desconocidos, la mayoría son el sancta sanctorum de los rincones turísticos
Hay lugares en los que bien por turismo o por trámites sí son más visitados, como la propia capital turolense. También en Albarracín harían muchos la cruz indicativa de que han estado, pero pocos marcarían los lugares que están más allá de ese túnel que, como siempre dicen los serranos, muy pocos cruzan. Y en la otra parte de la serranía hay lugares llenos de encantos naturales, como Orihuela y Bronchales, que resultan tan exóticos para los turolenses de determinadas zonas como Calaceite o Kuala Lumpur para alguien de Pozondón, por poner un ejemplo.
Gastamos miles de euros en viajar al otro lado de la tierra y en visitar monumentos olvidándonos de los que tememos aquí. Seguro que hay más turolenses que han estado en las cuevas de la Val de Uxó o en las del Drach, en Mallorca, que en las de Cristal, que están ahí mismo, en Molinos.