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Juanjo Francisco

Sin grandes alharacas, no quiero pensar que de forma sibilina, tanto el Ayuntamiento de Teruel como el Gobierno de Aragón han puesto de manifiesto recientemente los distintos puntos de vista, a la par que de objetivos, que tienen sobre el modelo de perpetuar, en modo museo, el legado histórico de la Batalla de Teruel, una epopeya de repercusión mundial que ocurrió en la Guerra Civil y de la que ahora se cumplen ochenta años.
El Ayuntamiento parece que tiene su propia opinión al respecto, si bien no se concreta por el momento en planes diáfanos. Ha convocado un concurso de ideas sobre un hipotético Museo Memorial de la Guerra Civil en Teruel y ha premiado un trabajo vinculado a la zona de la muralla más cercana a la Bombardera. De paso, la alcaldesa, Emma Buj, ha deslizado su malestar ante lo que considera una actitud de unilateralidad por parte del Gobieno de Aragón a la hora de abordar la construcción y diseño de ese futuro museo.
Por el momento, la más que evidente divergencia entre el Ejecutivo y la municipalidad turolense no se ha traducido en decisiones efectivas, que algún día tendrán que llegar si no se quiere eternizar esta propuesta museística que tanto valor añadido aportará a la oferta cultural de la ciudad.
Mientras, la Diputación General de Aragón parece que está trabajando a partir de un emplazamiento en la Avenida de Zaragoza y con un a orientación de contenidos a partir de una propuesta solicitada a varios expertos hace ya unos años.
Unos y otros, Ayuntamiento de Teruel y Gobierno de Aragón, están condenados a entenderse y, por favor, que sea más pronto que tarde. No hay que olvidar que el próximo año hay elecciones autonómicas y municipales y, si nadie lo remedia, me temo que esta cuestión del Museo de la Guerra, o de la Batalla o de lo que quiera que sea, se va a convertir en banderán de enganche para criticar o recabar apoyos. Y pasarán las elecciones y no habrá un acuerdo claro. Y llegaremos a 2020 como estamos o peor.
La herencia histórica de los sucesos ocurridos aquí merecen un esfuerzo político.