La ONU es un mastodonte burocrático creado a partir de la II Guerra mundial para mediar en conflictos internacionales pero en el que hacen y deshacen a su antojo cinco potencias nacionales que tienen derecho a veto: Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Reino Unido. España no. Ni qué decir tiene que a partir de tamaño privilegio, lo de la palabra justicia pues como que queda un poco retorcido y manipulado y siempre disuelto como sacarina entre cualquier interés geoestratégico. Esto por una parte. Por la otra, la ONU tiene entre ese convoluto de intereses políticos y económicos un órgano que vela por la dignidad de los niños del mundo: El Comité de Derechos de los Niños.
Todo perfecto pero atención… ¿Ese Comité no es el que está puesto en cuestión por los escándalos de corrupción y abusos a menores cometidos por miembros precisamente de la ONU repartidos por el mundo entero? Sí, hablamos de las más de 2000 denuncias por violaciones de niños ocurridas en El Congo, Camboya, Sri Lanka, Haití, Bosnia, Liberia… a manos de miembros y personal de Naciones Unidas. Por lo menos eso es lo que han denunciado organizaciones tan serias como Save the Children o Associated Press. Por cierto, habría que leer el libro “Sexo de emergencia y otras medidas desesperadas” que fue vetado por la ONU y del cual son autores dos empleados de esa organización. Es para echarse a llorar cuando hablan de fiestas sexuales, marihuana y alcohol.
Pues bien, dicho Comité de la ONU se ha aventurado a recomendar a España que los niños menores de 18 años no vayan a los toros y mucho menos cometan la indecencia de torear. Y tan anchos…
Si no fuera porque la ONU es un maremágnum de intereses envueltos en corruptelas y su Comité para los niños un pozo silencioso que oculta depravaciones y atentados cometidos por miembros de Naciones Unidas contra la dignidad de los menores me los creería. Y me los creería si las resoluciones que se adoptan no estuvieran mediatizadas por los lobbys de presión que campan a sus anchas entre los despachos de la ONU. Pero no me los creo porque tras esta recomendación a España hay precisamente un lobby de presión animalista que tocando las teclas adecuadas puede nombrar al Pato Donald jefe de la Tierra Media y de Invernalia. En cuanto se lo propongan. ¡Ah!, el toreo no tiene lobby de presión en la ONU ni falta que le hace… ¿verdad mis queridos taurinos del mundo?
Así que si España no tiene derecho a veto y los Taurinos del Mundo Desunidos (Los TiMiDos) pasan de estas cuestiones tan lejanas para ellos pues lo mínimo que te puede ocurrir es que te endilguen una resolución que te deje tiritando y con la cara de lelo. Y eso es lo que ha pasado. Ni más ni menos. Quede claro por otra parte que la recomendación no obedece a estudio científico alguno ni está sometida a análisis sociales comparativos que determinen un grado mayor de psicopatía entre naciones o proyectos culturales. España no es un país de tarados mentales y violadores en masa a pesar de ser los toros el segundo espectáculo de masas del país. No lo es ni lo ha sido, ¡qué leche! Y sus niños son sanos y están protegidos, y su sociedad es plural y equilibrada. Así que pueden meterse la recomendación por donde les quepa. Limpien primero su casa y luego recomienden y den consejos aunque sean tan injustos como este.