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El Arquillo comienza a recuperarse tras embalsar 0,7 Hm3 en solo cinco días El Arquillo comienza a recuperarse tras embalsar 0,7 Hm3 en solo cinco días
Es tan bajo el nivel de agua que presenta el Arquillo, que la subida de los últimos días apenas es apreciable a simple vista como se observa en esta foto tomada el lunes

El Arquillo comienza a recuperarse tras embalsar 0,7 Hm3 en solo cinco días

El embalse de San Blas se sitúa en el 16,7% de su capacidad después de que acabara el año en el 15%
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La presa del Arquillo de San Blas ha empezado a recuperarse tras las lluvias de los últimos días, al haber embalsado desde el 1 de marzo 0,7 hectómetros cúbicos de agua, revirtiendo así la tendencia a la baja que arrastraba desde junio de 2016. El embalse se encontraba el lunes al 16,69% de su capacidad con 3,51 Hm3 de agua embalsada por la tarde , según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, cuando a finales de año estaba al 15% y al terminar el mes de enero se situó por debajo de los 3 hectómetros cúbicos (exactamente en 2,96)).

El cambio de tendencia ha sido posible gracias a las lluvias de los últimos días. Aunque durante  febrero el nivel de la presa sufrió alguna pequeña fluctuación con ligeras subidas que después volvían a bajar, debido a las nevadas, el mes se cerró de nuevo con un descenso al almacenar 2,83 Hm3, lo que supone un 4,4% menos de lo que había en enero.

A pesar de ello, en los cinco primeros días de marzo se ha experimentado un continuo incremento del agua embalsada, al pasar de esos 2,83 Hm3 que había el 28 de febrero a los 3,51 que se registraban ayer a las 19 horas, y ese volumen seguía aumentando en ese momento.

Esa evolución supone que el Arquillo ha incrementado su volumen de agua embalsada en 0,68 hectómetros cúbicos en tan solo los cinco primeros días del mes de marzo. Aunque pueda parecer una cifra pequeña, en término porcentuales supone haber incrementado el agua embalsada en la presa en un 24%, cuando la previsión para los próximos días es que siga lloviendo.

El Arquillo llevaba 21 meses consecutivos viendo descender su nivel desde que en mayo de 2016 alcanzara los 18,69 Hm3,  un 88,83% de su capacidad, que es de 21,03, uno de los mayores volúmenes de agua embalsada en lo que va de este siglo. A partir de ese momento, el nivel empezó a bajar sin que se recuperara ni en el otoño de ese año ni en la primavera de 2017.

A comienzos del año pasado, el embalse estaba al 56,57% de su nivel y en verano descendió hasta el 25%, alcanzándose una situación límite que obligó a tomar medidas para regular las reservas de agua. A pesar de ello, el volumen de agua embalsada siguió descendiendo para cerrar el ejercicio con 3,18 hectómetros cúbicos, un 15% de su capacidad, tendencia a la baja que se mantuvo durante el mes de enero.

En febrero, aunque el mes se cerró también con un ligero descenso, el nivel del embalse casi se mantuvo estable gracias a las medidas de ahorro adoptadas y a las nevadas, aunque no afectaron mucho al cauce del Guadalaviar aguas arriba de la presa. 

Si enero terminó con 2,96 Hm3 embalsados, febrero lo hizo con 2,83, para empezar a recuperarse a partir del 1 de marzo, fecha desde la que no ha dejado de subir su nivel hasta el día de ayer.

Los próximos meses son clave para que el Arquillo se recupere de los efectos de la sequía que arrastra desde hace dos años. Los meses de febrero, marzo, abril y mayo suelen ser de subidas con la llegada de la primavera.

Tras la subida de los cinco últimos días, el embalse vuelve a estar al nivel en que se encontraba en noviembre pasado. A simple vista desde la propia presa no se aprecia la mejoría, pero en volumen de agua embalsada supone un esperanzador cambio de tendencia.

Ciudad de Teruel

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Teruel, Julio Esteban (PAR), valoró positivamente que hubiera habido un “cambio de tendencia” en la meteorología. Las lluvias en la ciudad han supuesto mejorar la situación de la vegetación de parques y jardines, muy afectados por la escasez de lluvias y por la imposibilidad de regar debido a la sequía y las restricciones introducidas.

No obstante, indicó que las restricciones van a continuar porque “hay que ser prudentes y ver si se normaliza la situación”. En su opinión, “tenemos que estar alerta” y continuar con las campañas de sensibilización sobre el uso adecuado del agua.

El pasado mes de octubre el comité de la sequía decidió cortar el agua de las fuentes de la ciudad, excepto la del Torico, no utilizar agua para baldear la ciudad excepto en momentos puntuales cuando se utiliza agua de acequia, además de comprobar el estado de los pozos de la ciudad. 

Actualmente, la ciudad se abastece del embalse del Arquillo al 50% y el resto de los Pozos de San Blas, que durante un periodo de tiempo han estado abasteciendo a la ciudad en exclusividad para comprobar su rendimiento, y de los de Caudé. Se van a llevar a cabo, asimismo, cuatro pozos de investigación en la zona del puerto de Escandón, para poner uno de ellos en explotación.