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“El caso del Consejo de Aragón fue único en la historia universal” “El caso del Consejo de Aragón fue único en la historia universal”
José Luis Ledesma (izda.) y Javier Díaz Soro, durante la ponencia inicial de las jornadas sobre la guerra civil

“El caso del Consejo de Aragón fue único en la historia universal”

José Luis Ledesma y Javier Díaz Soro abrieron las Jornadas de la CNT y CGT
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El doctor en Historia y profesor en la Universidad Complutense de Madrid José Luis Ledesma y el investigador y técnico cultural Javier Díaz Soro abrieron este miércoles las jornadas A 80 años de la Batalla de Teruel, que hasta el próximo 17 de mayo se desarrollarán en el Campus Universitario de Teruel y el CSA A Ixena de la capital mudéjar. Organizadas por CNT, CGT y la Universidad de Zaragoza, estas jornadas llevarán a través de varias conferencias y proyecciones documentales aspectos de interés y poco divulgados por la historiografía habitual relativos a la guerra civil española, en especial a lo que a la provincia de Teruel se refiere. 

La primera ponencia corrió a cargo de José Luis Ledesma, profesor zaragozano en la UCM y uno de los mayores especialistas en el anarquismo aragonés. Centró su ponencia precisamente en el Consejo Regional de Defensa de Aragón, la institución que durante la revolución anarquista y ante el vacío de poder dejado por la República tras el golpe de estado gobernó el Aragón no tomado por los sublevados entre octubre de 1936 y agosto de 1937, con la figura de Joaquín Ascaso como presidente, mayoría de la CNT y representación de otras formaciones como el Partido Comunista, Izquierda Republicana y UGT. 

Ledesma, que publicará el próximo año el libro Gobernar la revolución: el Consejo de Aragón y su obra, explicó  que “la experiencia del Consejo de Aragón es muy desconocida, incluso en el propio Aragón, porque está enterrada bajo toneladas de lugares comunes y de mitos negativos”. La razón es obvia para el investigador: “estuvo hegemonizada por elementos libertarios del anarquismo, y los anarquistas fueron los perdedores de los perdedores de la guerra. La mayor parte acabaron en las paredes de los cementerios o en el exilio, y tras la muerte de Franco no ha habido un movimiento libertario con parangón al que hubo antes y durante la guerra”. 

Ejemplo único en la historia

A pesar de que la vigencia del Consejo de Aragón no llegó al año, tiene una enorme importancia política e histórica, en primer lugar “porque es una experiencia inédita. De hecho es la única experiencia en la historia universal de una estructura de gobierno hegemonizada por anarquistas. Algo que es casi un oxímoron, un término que se contradice a sí mismo”. Resulta ideológicamente paradójico, efectivamente, que el anarquismo se organice en una estructura de gobierno, “pero las circunstancias extraordinarias de la guerra y de la situación en la que quedó la zona republicana en Aragón, diferente al de otras zonas españolas, lo permitieron”. 

Por buscar un paralelismo histórico, Ledesma menciona la Ucrania de Majno y los ejércitos verdes durante la guerra civil rusa, “pero no llegaron a organizar toda una estructura política como el Consejo de Aragón”. “Por mucho que en la tradición libertaria pueda generar rechazo términos como estructura, gobierno o política, los libertarios en Aragón estuvieron al mando de una organización que trataba de organizar la retaguardia en el ámbito político, social y económico”. Ni siquiera contó con un precedente en Cataluña, cuna del anarquismo español, “ya que allí hubo un Comité Central compuesto por antifascistas que tiene como función principal la salida de las columnas milicianas que se dirigen, precisamente, hacia Aragón para reconquistar, según la terminología de la época, esos territorios a los fascistas. Pero solo dura unas semanas y no tiene la entidad suficiente como para hablar de una estructura de gobierno como tal”.

Según el historiador, “el golpe de Estado provoca un vacío de poder en buena parte de la zona republicana, mayor todavía aquí, porque en Aragón las tres capitales de provincia quedaron en manos de los sublevados”, lo que dejó la mitad oriental republicana sin ningún resorte o rastro gubernamental, más allá de los Jueces de Paz. “Ese derrumbe institucional permitió precisamente que la revolución libertaria llegara en Aragón mucho más allá que en otros lugares, conquistando toda la parte oriental, generalizándose el proceso de colectivización agraria y sustituyéndose los ayuntamientos por comités revolucionarios. Todo esto pasó en lugares de toda la España republicana pero con mucha mayor intensidad en Aragón, porque el colapso del estado al principio de la guerra fue mayor que en cualquier otro lugar de la retaguardia republicana”. 

Según José Luis Ledesma, cuando tras las primeras semanas se vio que la sublevación no se iba a sofocar en poco tiempo, que España se abocaba a una guerra civil, “incluso los anarquistas, los apóstoles de la desorganización y del mundo ácrata, como Durruti, se convencieron de que hacía falta unas mínimas formas de disciplina y organización, constituyéndose en una especie de órgano, que no llamaron así nunca porque hubiera sido contradictorio con su ideario, que se planteó  de forma provisional para consolidar las conquistas revolucionarias de esas primeras semanas, desde julio de 1936 hasta octubre, cuando se forma el Consejo”.

El principal logro histórico del Consejo de Aragón fue, en opinión de Ledesma, “que sin él todo se habría venido abajo. El voluntarismo inicial fue útil, cuando hubo que improvisar el avance de las milicias hacia el oeste, al punto incluso de llegar a las puertas de Huesca, Zaragoza y Teruel. Pero ese mero voluntarismo sin organización no hubiera sido posible a medida que la sublevación se convertía en una guerra que había que planificar”. Además las diferentes consejerías llevaron a cabo “una importante labor en cuestiones como abastos u organización de la economía. Todos los circuitos comerciales fueron dinamitados por el inicio de la guerra y la ruptura de Aragón en dos, dejó todo el este de la región sin circuitos comerciales con las capitales. Desde la consejería de Economía se reconstruyeron vías de comercio alternativas, y se avanzó mucho en cuestiones de educación y cultura, y sobre todo en materia de orden público y justicia. Hasta la constitución del Consejo de Aragón la justicia se aplica de forma extrajudicial y se dieron un sinfín de abusos. El número de ejecuciones cayó drásticamente en octubre de 1936, y no fue casual que coincidiera con la creación del Consejo”. 

Por su parte, Javier Díaz Soro, miembro del Grupo de Estudios Masinos, ofreció una charla titulada La idea: memoria libertaria en Mas de las Matas sobre la experiencia anarquista en la localidad turolense. 

Mañana comparecerá Luis Antonio Palacio (19 horas, salón de actos del Vicerrectorado) para ofrecer la conferencia Al servicio del Tercer Reich. Aragoneses en la División Azul.