Bajo el lema #SalvemosTeruel nos manifestamos hoy en Zaragoza. No buscamos dar pena, más bien lo contrario. Queremos dejar claro que vivimos aquí porque queremos, porque estamos mejor que en ningún otro sitio y porque nos tira nuestra tierra y mucho. Pero queremos vivir con todas las de la ley, con escuelas para nuestros niños y médicos que nos atiendan. Con cobertura móvil para poder llamar al extranjero y conexión a internet porque, aunque seamos de pueblo, queremos estar en contacto con el mundo. También necesitamos medios de transporte públicos, para llegar bien lejos cuando queramos.
En las ciudades creen -o así nos hacen sentir a veces- que en Teruel hemos quedado los fracasados, los que no hemos tenido más opciones. Están muy equivocados. A todos ellos les falta tiempo, aire, y a la mayor parte también espacio en sus casas y salarios dignos. Nosotros vivimos la vida de otra manera, no es que nos estorbe el dinero o vayamos sobrados de tiempo, pero al menos tardamos menos en llegar a los sitios. Podemos comer en familia y tenemos el monte, ese que tanto aprecian los veraneantes, en la puerta de casa todos los días.
El toque de atención de Teruel Existe no va dirigido a los de aquí, nos va el futuro en esa salvación, sino a los que tienen que tomar las decisiones políticas que supondrían tener una autovía hasta Madrid, un tren en condiciones o suficientes médicos para todo el territorio, aunque tengan que echar imaginación y medidas pioneras.
Pero la despoblación no es solo cuestión de decisiones políticas, la sociedad tiene mucho que decir, como colectivo y a nivel individual. El mundo rural no puede quedar vacío porque si no se rompe el equilibrio. El ambiental y el social. A todos nos gusta estar en agosto en la verbena de la plaza, bailando sobre asfalto y echando una cerveza junto a la fuente, bajo la farola. Pero nuestro pueblo está así porque hay gente que vive en él todo el año, que paga sus impuestos y conserva el monte, lo preserva y también controla para evitar su crecimiento desmedido.
Si no hacemos algo ahora los pueblos no estarán. Ni para nosotros ni para vosotros.