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Ya es 40 de mayo Ya es 40 de mayo

Ya es 40 de mayo

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Cruz Aguilar

En Teruel no estamos acostumbrados a tanta lluvia. No sé si es la primavera más húmeda de los últimos años o no, porque la memoria en cuestiones meteorológicos juega malas pasadas y siempre nos parece que este invierno ha sido el más cálido o frío, el de menos nieves o el verano que vivimos en ese momento el de las mínimas más mínimas. Por poner algunos ejemplos.
Recuerdo ver Teruel muy verde, no sé si tanto como este año, con un tono menos o con dos más, pero verde. Y eso debió ser porque también cayó mucha agua. Pero la realidad es que este año tengo la sensación de que se nos va a ir junio sin haber pasado calor y sin lucir ese moreno de brazos en el que se ve claramente la camiseta que llevabas el día que pegó Lorenzo de lleno y, como no te lo esperabas, se te olvidó el protector y te quemaste. 
Falta nos hacía el agua, porque estábamos en una situación crítica tanto en lo que respecta a los embalses y ríos como en la tierra, que necesitaba litros y litros para recuperar algo de la humedad con la que dar frutos, o malas hierbas, según como se mire.
Sin embargo, por estas tierras somos gente de secano y ya hay muchas voces que protestan de tanta agua. Unos porque se les ha fastidiado la cosecha de las cerezas, otros porque les llovió el día de la comunión del chico y también los hay que se quejan porque protestan de todo, si hiciera sol tampoco les iría bien. Incorformismo puro y duro.
La cuestión es que con estos días de lluvia, que quieras que no algo refresca, vamos a llegar a la Vaquilla y, en Teruel ya se sabe, como caiga una tormenta en agosto, adiós verano. Es decir, que, poniéndome catastrófica, a este paso vamos a enlazar el invierno con el otoño que viene, porque de momento lo que es primavera no estamos teniendo.
Nos vamos a tener que conformar con, aunque sea con poco sol, hacer excursiones a los lugares con agua que estos años atrás estaban secos y a disfrutar de un paisaje al que solo le faltan las brumas que se forman con las tormentas para asemejarse al del País Vasco. A ver si nos confunden en Madrid y nos tienen más en cuenta.