‘Amanece en Sollavientos’ tras la electrificación de ocho masadas
El proyecto que impulsaron los propios masoveros se retrasó y encarecióTras años de anuncios y retraso, el 8 de agosto de 2015 leíamos en este periódico un reportaje de M.Cruz Aguilar titulado Amanece en Sollavientos en el que contaba por fin que se había completado la electrificación de ocho masías de esta zona del Maestrazgo, tras años de espera. Se habían invertido 800.000 euros financiados al 70% por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) del Gobierno de Aragón a través del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), un 20% Endesa y el 10% restante los propios masoveros, que en el caso de Allepuz habían pagado 17.000 euros frente a los 10.000 que estimaron inicialmente.
No solo la financiación había sido un problema. La complejidad del proyecto también venía dada porque los postes de la luz discurren por una altitud que oscila entre los 1.500 y los 1.800 metros. Pero de los 32 masoveros que habían pagado el estudio en 2004 para valorar el coste de la actuación, solo 16 quedaron finalmente, bien porque subió el precio -solo del IVA, del 16 por ciento previsto se pagó finalmente el 21% vigente entonces-, por la falta de información o por el retraso de las obras, como relataba el alcalde, Ignacio Martínez, que también vivía en una de las masías.
En el reportaje conocíamos a Prudencia Mallén, que a sus 78 años no había puesto ninguna lavadora ni tenía nevera; a Celestino Vicente y Águeda Moya que ya habían empezado aquel 2015 con luz o Carmen Tena que veraneaba en una de aquellas masías. Todos contentos con la ilusión de que la electricidad podía devolver algo de vida al valle.
