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Bingos ilegales Bingos ilegales

Bingos ilegales

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Cruz Aguilar

La Ley de Juego de Aragón obliga a declarar al ganador el premio cuando supera los 367 euros (cantidad que equivale a la mitad del salario mínimo interprofesional). Hasta ahí todo bien porque además esta ley no es nueva. Lo que pasa es que este verano desde el Gobierno de Aragón han dejado de hacer la vista gorda con los bingos de los pueblos y más de una comisión de fiestas se ha visto obligada a modificar la cuantía del premio o incluso a suspenderlo. Una nueva estocada a las fiestas de los pueblos, que ya se vieron afectadas con los sucesivos cambios de una normativa taurina que cada vez exige más, para garantizar la seguridad, claro, pero siempre con un incremento en el coste del festejo. 
Esto hace que el encaje de bolillos que realizan ayuntamietnos y comisiones para que las cuentas salgan sea cada año más complejo. Ahora resulta que el bingo, único pago junto a los cubatas que hacían los forasteros, tampoco es legal. Los bingos no deben superar los 350 euros y además está prohibido hacer publicidad del mismo. Vamos, ni que tuviéramos grandes casinos en cada cantón de nuestro vapuleado medio rural.
Mi intención no es cuestionar una ley vigente, ni mucho menos, pero sí es cierto que a veces tendríamos que pensar un poco más allá de las ciudades a la hora de legislar.  
Porque además, si a todo esto sumamos el gran cáncer de las fiestas de los pueblos, que es sin duda el botellón, el futuro no es desde luego de color de rosa.  En muchos pueblos ya cuesta que salgan voluntarios para la comisión y se debe a que por mucho que se estrujen la cabeza y busquen ideas, la recaudación es la que es y cada año va a menos. 
Los que consumen son los que tienen más de 35 años, que no salen tanto como los de 20. Estos sí que salen, pero lo hacen provistos de botellas de bebida alcohólica, refrescos e incluso hielos comprados en el supermercado antes de salir de fiesta. Me consuela pensar que alguno, al menos, comprará en la tienda del pueblo, aunque sea del suyo.
Y siempre nos quedará el recuerdo a los que las hemos vivido y la canción de Ixo Rai!.