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El exgerente de Inaer responsabiliza al fabricante del accidente del Bell 407 de la helitransportada El exgerente de Inaer responsabiliza al fabricante del accidente del Bell 407 de la helitransportada
El exgerente de la empresa Helicópteros del Sureste/Inaer, Jaime Arqué Gibernau, compareció en la Comisión de Investigación de las Cortes

El exgerente de Inaer responsabiliza al fabricante del accidente del Bell 407 de la helitransportada

Dice en las Cortes que el control de la pieza falló en origen y no en destino
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El exgerente de la empresa Helicópteros del Sureste/Inaer, Jaime Arqué Gibernau, que operaba el Bell 407 de la brigada helitransportada de Alcorisa accidentado en marzo de 2011 y en el que murieron seis personas, aseguró este lunes en la Comisión de Investigación sobre este siniestro creada en las Cortes del Aragón que el error estuvo en el fabricante de la aeronave en EEUU al suministrar una pieza defectuosa.

Arqué compareció por videoconferencia y explicó a preguntas de los parlamentarios que la pieza que falló y que provocó el siniestro, un servoactuador, llegó defectuosa a España tras ser suministrada por el fabricante norteamericano. Argumentó a este respecto que el error se produjo en origen y no en destino, ya que Inaer no estaba autorizado ni debía manipular esa pieza, puesto que la responsabilidad de hacer cumplir los boletines para garantizar la aeronavegabilidad de ese componente era del fabricante.

“Creo que el error estuvo en el fabricante, en el subcontratista de Bell y en el control de calidad de Bell”, dijo el exgerente de la empresa que operaba el helicóptero siniestrado en marzo de 2011 refiriéndose a la compañía norteamericana fabricante de la aeronave, Bell Helicopter, a la subcontratista que suministró a esta la pieza que falló y al control de calidad seguido allí.

 El que era el responsable de la compañía aérea que operaba el helicóptero cuando se produjo el accidente, compareció ante la Comisión de Investigación creada en las Cortes de Aragón, después de que días atrás lo hicieran los abogados de los familiares de las víctimas. Arqué lo hizo por videoconferencia a través de una conexión que no estuvo exenta de problemas debido a que se cortaban las palabras, y que obligó a parar en varias ocasiones la sesión para intentar solventar el problema técnico.

A preguntas de los diputados aragoneses, el compareciente aseguró que a su juicio el siniestro se había debido a una “cadena” de acontecimientos en los que el fallo se debió exclusivamente a los controles de calidad que deberían haberse seguido por parte del fabricante en Norteamérica.

Aclaró que es el fabricante, y el subcontratista que le suministra determinadas piezas como fue este el caso, los autorizados en aplicar los boletines. En el caso del accidente del Bell 407 deberían haber hecho unos ajustes internos en la pieza que fue suministrada a Inaer, pero que no hicieron, por lo que llegó a España defectuosa.

La pieza llegó mal a Inaer, cuando ellos confiaban en que estaba en buen estado y no se podía poner en duda lo enviado por el fabricante, ya que se supone que había cumplido con lo establecido con el boletín. “El operador no podía hacer nada”, aseguró Arqué, quien recalcó que desde Inaer se actuó “correctamente” puesto que “el error cometido está en Estados Unidos”. Precisó que ellos al recibirla la instalaron y que aunque hubieran querido no estaban autorizados a abrirla.