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Juanma Mestanza firma un relato sobre la estación de tren de La Puebla de Híjar Juanma Mestanza firma un relato sobre la estación de tren de La Puebla de Híjar
Fotograma del cortometraje documental de Juanma Mestanza en el que se ve, al fondo, el gran edificio de la Estación de La Puebla de Híjar

Juanma Mestanza firma un relato sobre la estación de tren de La Puebla de Híjar

El turolense está a punto de concluir un cortometraje documental que estrenará antes del verano
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Inaugurada en verano de 1879 por Alfonso XII, la estación de ferrocarril de La Puebla de Híjar ha pasado por todas las vicisitudes que pueda hacerlo un edificio de sus características. Concebida como enlace del transporte de mercancías en la línea Zaragoza-Escatrón y readaptada para el tráfico de pasajeros hacia San Carlos de la Rápita a través de la línea de La Val de Zafán, este edificio ha sido un importante nudo ferroviario que determinó la vida económica de la localidad, y que tuvo una singular importancia bélica durante la guerra civil.  

Pasó por diferentes momentos pero a finales del siglo pasado comenzó un declive imparable, con cada menos personal y menos servicios, hasta el cierre de la atención al público en febrero de 2015. En la actualidad sigue funcionando como apeadero en la línea Zaragoza-Barcelona, Madrid-Barcelona y en el regional Mora la Nova (Tarragona)-Zaragoza, pero no cuenta con personal de atención de viajeros ni venta de billetes, y ya es una sombra del lugar ajetreado y bullicioso que fue. 

Su historia será recogida en La Estación. Una vía muerta, un documental rodado por el realizador turolense Juanma Mestanza, que pasó los doce primeros años de su vida viviendo en la estación como hijo del último factor de circulación que tuvo. Su relato cinematográfico, que podría estrenarse antes del próximo verano, es además una metáfora que va más allá de la Puebla: “La Puebla de Híjar es lo que yo conozco”, explica Mestanza, “pero el cortometraje es una denuncia contra el abandono al que se somete a los pueblos de todo el Bajo Martín, de todo Aragón y de toda España. Porque la despoblación nos engloba a todos”. 

Este último factor que trabajó en la Puebla de Híjar, Juan Mestanza, es una de las tres personas con cuyos testimonios se reconstruye en el corto la historia de la estación, a través de una producción de quince minutos de duración. Las otras son Mariano Estrada, un historiador local que habla sobre los primeros años de vida de la estación y de cómo se forjó el nudo ferroviario; y Teresa Morer, vecina de La Puebla de Híjar, cuya vida ha estado siempre ligada al pueblo y a su estación durante una época en la que el ferrocarril era centro neurálgico social y económico de la localidad. En el corto Morer asegura que “la estación fue un sitio muy alegre”, que en sus mejores tiempos llegó a tener “a 100 personas trabajando en ella”.

Además Juanma Mestanza se ha apoyado en numerosas fuentes documentales, muchas de las cuales son aportadas por Ana María Laborda Lambea. “El objetivo es dar a conocer la historia de la estación a través de los testimonios de personas que la vivieron en primera persona”, explica Mestanza. “Y es importante porque no es un caso aislado, sino que muchos pueblos españoles, sobre todo en Aragón, viven o han vivido situaciones muy similares”. 

El turolense no quiere difundir una imagen necesariamente pesimista, “sino más bien una visión realista de cómo se ha tratado al ferrocarril y a la Puebla de Híjar durante sus últimos años de vida”, afirma. “El principal problema es que esa realidad es muy triste y si algo no cambia, por desgracia creo que irá cada vez más a peor”. 

Banda sonora original

La Estación. Una vía muerta es una producción de bajo presupuesto que ha sido financiada por el propio realizador , aunque ha contado con la ayuda de varias personas. “De entrada muchos familiares me han ayudado llevándome de un lugar a otro para poder grabar, y también con el equipo”. Además Ángela Soler Pérez, pareja de Juanma Mestanza, ha colaborado en la grabación, en el diseño gráfico y también en el proceso de producción, que todavía no ha concluido. Marina Soler Pérez, por su parte, ha compuesto una emotiva banda sonora al piano, que completa la guitarra acústica de Juan Mestanza, que pone el contrapunto musical al documental.

A nivel técnico, toda la postproducción se ha realizado en las instalaciones del centro de estudios CPA Salduie, en Zaragoza, donde Juanma Mestanza cursó los Grados Superiores en Realización de Audiovisuales y de Sonido para Audiovisuales y Espectáculos.

Aunque el propósito de crear este documental rondaba por su cabeza desde 2014, ha sido entre 2017 y 2018 cuando ha podido sacar el tiempo y los medios necesarios para hacerlo. “No está completamente terminado y todavía le quedan los últimos retoques, pero espero que antes de este verano pueda proyectarse”. 

Aún no tiene fecha pero el realizador tiene claro que La Puebla de Híjar será la localidad que acoja el primer estreno, y a partir de ahí tratará de que gire por la mayor parte de auditorios posible, antes de emprender nuevos proyectos cinematográficos que ya tiene rondándole en la cabeza: “Hoy en día gracias a internet es más fácil darle difusión a un audiovisual e incluso conseguir que se vea en algunos festivales. Aunque quien realmente me gustaría que viera el corto son las personas que tienen capacidad y poder suficiente para tomar decisiones sobre un tema tan importante como es la despoblación rural”. 

Desde 2014

Aunque Juanma Mestanza no se dedica profesionalmente al cine, el de La Puebla de Híjar reconoce que es uno de sus objetivos en el futuro. Actualmente está afincado en Zaragoza, donde trabaja en una radiotelevisión local de la capital del Ebro como técnico de sonido y realizador. La Estación. Una vía muerta será el primer cortometraje como tal que Mestanza ha dirigido, aunque el turolense ya ha realizado varios videoclips musicales, “que es otro de los géneros audiovisuales que me apasionan”. 

Como colaborador, Juanma Mestanza participó en el sonido directo y la banda sonora del cortometraje Gira que otro realizador del Bajo Martín, José Ángel Guimerá, estrenó en 2015, así como en la postproducción de sonido del cortometraje Vida realizado por Carlos Martín-Usón, una galardonada producción de 2017 sobre la pasión por la montaña.