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Peor que Cagancho en Almagro Peor que Cagancho en Almagro

Peor que Cagancho en Almagro

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F.J.B.

¿Indignación? ¿Rabia? Eso es lo que debe estar sintiendo desde hace unas horas cualquier aficionado que tenga en el corazón los colores del Teruel. Y me quedo corto porque nada es más mortificante y doloroso para el alma que ser víctima de injusticia y mártir de vilezas terrenales. ¡Pero qué carajo es eso de que te desvalijen la casa en tus mismas narices sin que puedas hacer ni decir nada! ¿No lo saben? El poderoso Castellón ha llenado de dinero los bolsillos a Jamelli, jugador franquicia del Teruel, y éste, encandilado por el color de la plata, ha dejado tirados a sus compañeros en mitad de la batalla. ¡Ole tus cojones, paisano! 

¿Culpable? Solo de amar más el parné que la virtud. Solo de eso. O de bailar al son de treinta denarios que son el precio a cobrar por romper las ilusiones de toda una ciudad. Pero es el sino de los tiempos. Que nadie se alarme. Solo es un detalle más del vergonzoso cuero que recubre nuestra sociedad, ahita de codicia y huérfana de caballeros andantes con honor, fieles siempre a la palabra dada y a su propia dignidad. Dinero, dinero, dinero. Verán… Teruel es la ciudad más honrada en España por la historia. ¿Recuerdan? La muy noble, fidelísima, vencedora, heroica siempre heroica, abnegada, mártir y excautiva... Aquí es evidente que no pegaba este tío. ¡Macho, has quedado peor que Cagancho en Almagro!  Y como a él, esta ciudad pobre, pequeña y fría siempre te lo recordará. Disfruta ahora de tu gran oportunidad.

Claro que alguno cargará más las tintas por la barrabasada en el Club Deportivo Castellón. De entrada habría que quitarle a este histórico club lo de deportivo. Sin acritud. Porque no es deportivo trincar a la estrella emergente del Teruel y hacer lo propio con el delantero más destacado del Conquense, para debilitar con ello a los directos rivales en la parte baja de la tabla. Les quito a los mejores y que se vayan hundiendo y jodiendo un poco más. ¡Coño con el Castellón! En buena lid decía el himno de algún club de fútbol. ¡Por los cojones! Dinerito para desestabilizar, dinerito para desunir, dinerito para desmoralizar, dinerito, dinerito, dinerito… Dirá alguno que los de la Plana han obrado de forma escrupulosa y perfectamente legal, y que esta operación de invierno para nada contraviene las normas federativas. Efectivamente. Todo es muy pulcro, muy reglamentario y hasta si me apuran muy constitucional. Pero es juego sucio como que hay Dios. Es tan sucio como andar en una colla de trileros tangando al personal.

Uno entiende que los fichajes de invierno son práctica necesaria en un equipo profesional. Pero en categorías inferiores… Esto es adulterar la competición se mire por donde se mire. Y una última cosa. A los que se quedan. A los que el domingo van a jugar sobre el césped del Teruel. Les recuerdo lo de la muy noble, fidelísima, vencedora, heroica siempre heroica, abnegada, mártir y excautiva... Que lo recuerden. Y que recuerden también que traiciones como esta solo sirvieron para empoderarse más. ¡Con un par, señores! ¡Con un par!