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Hemeroteca: Massiel y Salomé: la historia de España en el festival de Eurovisión es de las mujeres Hemeroteca: Massiel y Salomé: la historia de España en el festival de Eurovisión es de las mujeres
Imágenes de Salomé en Eurovisión y, a la derecha, noticia publicada entonces por LUCHA que se hacía eco de lo ocurrido durante aquella edición del festival

Hemeroteca: Massiel y Salomé: la historia de España en el festival de Eurovisión es de las mujeres

La última ganadora española recibirá el Sello de Oro de los Amantes a los 50 años del triunfo
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Este año se cumple medio siglo de la última victoria española en Eurovisión. O sea que hace 49 años que ningún cantante, representando a España, ha conseguido cosechar suficientes twelve points para alzarse ganador, por más que se hayan buscado fórmulas variopintas de elección del cantante, de la canción o hasta del vestuario. Será porque solo nos premia Portugal o porque no acabamos de entender qué gusta en Europa, a pesar de tener artistas internacionales, pero este raquítico palmarés hace que las victorias, por lejanas que queden en el tiempo, se recuerden cada año ensalzando el orgullo patrio. Y en este 2019 hasta se premien, con el Sello de Oro de los Amantes que el Centro de Iniciativas Turísticas de Teruel entregará a la cantante para reconocer este musical aniversario.

Sorpresa en el Festival de Eurovisión: 4 ganadores leíamos en este periódico, el LUCHA entonces, en la crónica que narraba lo ocurrido en la edición de Eurovisión del 29 de marzo de 1969. El titular ya daba cuenta de que el resultado del certamen se contó entonces como una victoria más compartida de lo que ha llegado a nuestros días. En el subtítulo aclaraba: Las canciones interpretadas por Salomé, Lulú, Lennie Kuhr y Frida Boccara fueron las ganadoras, se entendía.

El festival se celebraba en el Teatro Real de Madrid, después de que la edición anterior fuera Massiel la ganadora en Londres y con ello, trajera la edición del año siguiente a España. Cuatro cantantes, cuatro mujeres, han resultado ganadoras del concurso con 18 votos para cada canción. España, Inglaterra, Holanda y Francia son los países que se han adjudicado el premio a través de sus representantes: nuestra Salomé; Frida Boccara por Francia; Lulú por Inglaterra, y la holandesa Lenni Kuhr. Un nuevo premio para España que en dos años consecutivos consigue un premio de esta naturaleza, leíamos.

Era la primera vez que ocurría algo así en el certamen, lo que supuso una sorpresa mayúscula y las cantantes lo recibieron con una gran emoción. Salomé, vestida con un espléndido pijama azul  - sí, pijama lo llamaban- no pudo resistir las lágrimas cuando sus padres subieron al escenario para felicitarla. “¡Estoy contentísima! El mundo es de las mujeres. Para mí, el momento de mayor emoción fue cuando conocí mi triunfo junto con las otras tres participantes” decía Salomé, según la crónica, que recogía las palabras emocionadas también de las otras tres ganadoras, aunque destacando las de la representante española. “Europa es de las mujeres. Cuatro chicas hemos ganado el Festival. Creo que todavía no me he dado cuenta de lo que significa el triunfo para mí. Estoy muy nerviosa. Sé que “Vivo cantando” se convertirá en éxito internacional, yo me encargaré de eso”. 

La información del periódico iba ilustrada sin la foto icónica, esa imagen en blanco y negro de la risueña Salomé que nos hemos cansado de ver en cada repaso histórico a Eurovisión. Aunque seis países lo retransmitieron en color mediante el sistema alemán; Alemania, Francia, Holanda, Reino Unido, Noruega y Dinamarca. 

De aquella edición destacan que Austria declinó participar por estar en contra de la dictadura franquista, y países como Liechtenstein no pudieron porque no tenía televisión pública y su canción estaba en un idioma distinto al del propio país, algo prohibido entonces.

Cuentan que para aquella edición, el régimen de Franco no escatimó en gastos para agasajar a las comitivas extranjeras. Invitaron a cantantes, compositores, directores y acompañantes a pasar unas vacaciones en la Costa del Sol y Mallorca, y hasta organizaron una exhibición de tienta de vaquillas, además de cenas, cócteles, recepciones, tablaos y fútbol.

El país necesitaba una campaña de marketing para contrarrestar la mala prensa del régimen y que no trascendiera el malestar del pueblo. El país se encontraba en estado de excepción desde el 24 de enero por las revueltas políticas y estudiantiles contra el régimen, aunque pocos días antes del festival Manuel Fraga aconsejó a Franco suprimirlo para dar una imagen de tranquilidad y bienestar aquellos días en los que todas las cámaras de Europa enfocaban a España.

Conexión turolense

En esta cita histórica encontramos también un toque turolense. Y es que el recordado traje de Salomé lo firmó el modista Manuel Pertegaz. Se trataba de un traje con pantalones ajustado al cuerpo, de azul claro y con canutillos de porcelana, que se movían con el animado baile de Salomé como si de una cascada se tratara, que caía al ritmo de la canción. Ha pasado a formar parte de la leyenda del festival, especialmente por su peso, catorce kilos, que llevaron después a la cantante a confesar que ensayaba con otro parecido, más ligero, y destacaba el esfuerzo que tuvo que hacer durante la actuación. Pero si de llamar la atención se trataba, de dotar de espectacularidad a la canción, parece que el traje lo consiguió, como también los arreglos de Augusto Algueró que cargaron de carácter a la canción, con la orquesta en directo que él mismo dirigía y los “Ey” del coro de Los Valldemosa.

Cincuenta años después de aquel triunfo, Salomé ha confirmado que acudirá a Teruel a la entrega de las medallas el fin de semana del 9 de febrero para celebrar este aniversario, y recibirá además otra medalla de oro por los 50 años de matrimonio con su marido, el productor valenciano Sebastián García Vernetta. 

También se entregará en este acto una medalla de plata al periodista Iñaki Cano por su trayectoria profesional. Recibirán además medalla de platino el Club Deportivo Teruel por su 75 aniversario, y la Hermandad de Jesús Nazareno y María Santísima del Rosario, también por su 75 aniversario.

Otras medallas para organizaciones serán de oro para el Grupo hotelero Gargallo en reconocimiento a su trayectoria profesional, y a los colegios turolenses Miguel Vallés y Las Viñas en su 50 aniversario. Recibirán medalla de plata la Escuela de Hostelería de Teruel y la Cámara de Comercio de Alcañiz (Teruel), ambas en reconocimiento a sus 25 años de historia. Por último, la entidad La Salle recibirá la placa de plata por el tricentenario de la muerte de su fundador, San Juan Bautista. A estos reconocimientos se suman las medallas a 75 parejas de España y dos inglesas.

Polémica

La polémica asomó al certamen de 1968 y ha sobrevolado a lo largo de estos años aquella edición por la sospecha de amaño del concurso. Hubo quienes atribuyeron el triunfo a la compra de votos por parte del régimen de Franco, que quería así lavar la imagen del régimen ante los países de Europa que miraban con recelo la dictadura franquista. También tuvieron sus más y sus menos en la prensa con la cantante los autores de la canción, el Dúo Dinámico, que llegaron a decir, cuentan las crónicas, que preferían a Serrat antes que a Massiel para la canción, quizá sobrepasados por la fama de la cantante, y denunciando la situación que vivía el cantante catalán frente al régimen, aunque el tiempo reconciliaría, al menos públicamente, esas rencillas.

Travesía en el desierto

El poder femenino, en aquella España de los sesenta, lo leíamos en las crónicas que contaban el momento de Massiel entregando aquellos cuatro primeros premios de Eurovisión a otras tantas mujeres. La noticia de aquella jornada hacía una mención especial al discutido traje de chinchillas que lucía la jovencísima cantante madrileña, obra de Elio Berhanyer, diseñador que ha fallecido esta misma semana, y que contaban las crónicas que estaba valorado en más de un millón de pesetas.

María de los Ángeles Félix Santamaría Espinosa, de nombre artístico Massiel, ganó el festival en su edición de 1968 con apenas 20 años, y después de convertirse en una propuesta inesperada. El tema La, la, la fue compuesto para Joan Manuel Serrat por los miembros del Dúo Dinámico, Manuel de la Calva y Ramón Arcusa -por cierto, con raíces en Nogueruelas- pero el cantante catalán renunció a la plaza después de que no le permitieran cantarla en catalán.

La primera opción de que fuera el dúo el encargado de interpretar el tema chocó con la protesta de casas discográficas distintas, así que el director de la todopoderosa RTVE tuvo la última palabra con la elección de Massiel.

La joven intérprete estaba de gira entonces en México, de donde tuvo que volver con urgencia y apenas tuvo diez días para prepararse la actuación para el festival que se celebraría en el Royal Albert Hall de Londres.

La crónica de este periódico sobre el triunfo del La, la, la no escondía esta polémica ya en la elección de la intérprete, pero destacaba ampliamente la victoria. Por primera vez triunfa España en el festival de Eurovisión decía en el titular, al tiempo que destacaba que se proclamó ganadora en una votación con mucho “suspense”. Massiel se alzó con la victoria al cosechar 29 puntos, solo un punto más que el segundo clasificado, el inglés que jugaba en casa , Cliff Richard, con el archiconocido tema Congratulations, en un triunfo que no estuvo exento de polémica por la sospecha de amaño, que se mantendría en el tiempo. 

La travesía en el desierto que muestra el palmarés de Eurovision de estos últimos 50 años ha hecho que las victorias de Salomé y sobre todo la de Massiel, en solitario, se hayan recordado hasta la saciedad, antes y después de cada edición. Mocedades, Betty Misiego y Anabel Conde han quedado segundas, y meritorio también es el sexto puesto de David Civera.

Este peso histórico no siempre lo han llevado bien, y la cantante madrileña incluso ha llegado a decir que estaba aburrida de hablar del festival y aquella victoria, por haber logrado tapar todo lo que ha hecho después.