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Marcos Garcés, coordinador general de Juventudes Agrarias de COAG: “La agroindustria es una herramienta contra la despoblación que no se usa” Marcos Garcés, coordinador general de Juventudes Agrarias de COAG: “La agroindustria es una herramienta contra la despoblación que no se usa”
Marcos Garcés posa con su tractor en una de las parcelas que cultiva en Bañón

Marcos Garcés, coordinador general de Juventudes Agrarias de COAG: “La agroindustria es una herramienta contra la despoblación que no se usa”

Sostiene que Teruel goza de “una situación ideal para despuntar en el sector agroalimentario”
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El coordinador general de Juventudes Agrarias de COAG, el turolense Marcos Garcés, sostiene que la agroindustria es una herramienta estructural para atajar la despoblación en el medio rural, pero que no está siendo utilizada para ello. En su opinión, la falta de relevo generacional en el campo turolense es más acusada  que en otros territorios a pesar de que la provincia cuenta con unas condiciones idóneas para despuntar en el sector agroalimentario a través del impulso de producciones diferenciadas por su carácter ecológico o de calidad.

En opinión de Marcos Garcés, el relevo generacional en el campo debe ser entendido no solo como un problema sectorial sino social dado que los agricultores y ganaderos producen alimentos, contribuyen al mantenimiento de los espacios naturales y los ecosistemas, posibilitan la cohesión territorial y preservan la cultura.

Aunque no dispone de cifras desagregadas, cree que en la próxima década en Teruel más de 6 de cada 10 agricultores entrarán en edad de jubilación. “La situación es más acuciante en nuestra provincia porque hay muchas explotaciones con poco terreno que no son rentables y los jubilados mantienen los derechos históricos en el cobro de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), lo que dificulta la incorporación de jóvenes”, dijo.

Para el coordinador general de Juventudes Agrarias de COAG, lo “coherente” es apostar por la agroindustria para que la transformación se produzca en el territorio y genere valor añadido. Por ello, abogó por implantar marcas de calidad como la Denominación de Origen Protegida Jamón de Teruel y por extender la producción integrada. En este sentido, puso como ejemplo a la empresa Porcino de Teruel SA (Portesa) participada por la cooperativa Cereales Teruel, el grupo Térvalis y Caja Rural de Teruel.

Según Garcés, “la provincia de Teruel se encuentra en un momento ideal para despuntar en el sector agroalimentario”. Reconoció que con producciones de cereal en secano de 1.500 a 3.000 toneladas por hectárea no se puede competir por cantidad pero sí por calidad.

“Debemos apostar por trigos antiguos, legumbres y producciones ecológicas cuya demanda en el mercado va al alza porque a las personas les preocupa cada vez más lo que consumen. Contamos con un territorio ideal para hacerlo, que debemos aprovechar”, argumentó. 

Unido a ello, defendió la creación de cooperativas para la transformación de estas materias primas, de forma que se creen puestos de trabajo relacionados. “La agroindustria es una herramienta estructural para luchar contra la despoblación que lamentablemente no estamos utilizando”, precisó.

Para conseguirlo, pidió a las administraciones públicas que lleven a cabo inversiones para mejorar las estructuras productivas.

En su encuentro con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la presentación de la campaña #SomosNuestraTierra, desde COAG le reclamaron medidas concretas para facilitar la incorporación de jóvenes al campo y mejorar la denostada imagen social de la agricultura como profesión.

En este sentido, pidieron que aquellos que deciden orientar su vida y la de su familia hacia el medio rural cuenten con más oportunidades educativas y de ocio. Y, sobre todo, que no se planifiquen únicamente ayudas sino políticas agrarias “con mayúsculas”. “Hace falta una política agraria fuerte, que prime a los profesionales que se juegan su renta en el campo frente a las ayudas que favorecen a los jubilados o a los que están a punto de serlo. Una PAC orientada de esta forma posibiliaría que los agricultores y ganaderos pudieran vivir en el medio rural con una renta decente”, argumentó.

Desde su mirada, en ningún lugar del mundo se produce con un coste tan alto como en los países de la Unión Europea debido a las altas normas de calidad y trazabilidad que deben cumplir. Por eso, cree que es necesario compensar a los productores así como poner topes en las ayudas que reciben, “porque no puede ser que el 20% de los actuales perceptores reciban el 80% de las ayudas”, manifestó.

De cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales, pidió a los partidos políticos que pasen de las palabras a los hechos y que estructuren presupuestos para revertir una situación “que empieza a ser irreversible”. “Hay que elegir entre producir alimentos con agricultores que mantengan vivo el medio rural o grandes empresas que no generan trabajo ni valor añadido y que no favorecen la permanencia de las personas en los pueblos”, sentenció.